Caparrós pone cartas en el asunto para salvar al Sevilla FC
Joaquín Caparrós ha vuelto a casa. El técnico utrerano regresa al Sevilla FC con una misión urgente: y es rescatar a un equipo que se tambalea en La Liga y cuya temporada amenaza con terminar en desastre. Su llegada al banquillo del Ramón Sánchez Pizjuán se produce tras la salida de Javier García Pimienta, quien no logró revertir el rumbo negativo que arrastraba el conjunto nervionense. La realidad es dura porque el Sevilla está mucho más cerca del descenso que de los puestos europeos. Y eso, en una institución acostumbrada a competir al más alto nivel, suena a crisis profunda.
Uno de sus primeros movimientos para tratar de revertir esta situación ha sido contundente. Sin rodeos, ha tomado decisiones que marcan un nuevo rumbo dentro del vestuario. Entre ellas, destaca la exclusión de Gerard Fernández, conocido como ‘Peque’. El delantero, que llegó con expectativas altas, no ha rendido al nivel esperado. Con apenas 1008 minutos repartidos en 23 partidos y sin goles ni asistencias que justifiquen su presencia, Caparrós ha optado por dejarlo fuera de su esquema. El mensaje es claro y es que quien no esté a la altura, no tiene lugar en esta etapa crítica.
El equipo de Caparrós en la cuerda floja
La tabla de posiciones no engaña. El Sevilla FC ocupa el puesto 14 con apenas siete jornadas por disputar, y está a solo siete puntos del abismo del descenso. La lucha por entrar a Europa, que hace unas semanas todavía se contemplaba como un objetivo posible, se ha desvanecido entre derrotas, dudas y falta de reacción. Hoy, el discurso ha cambiado por completo. Jugadores, cuerpo técnico y afición tienen claro que el nuevo objetivo no es soñar con Europa, sino evitar la pesadilla de la Segunda División.
Una encuesta reciente de Helvetia, publicada por Estadio Deportivo, refuerza este clima de preocupación. El 68% de los aficionados encuestados cree que la prioridad absoluta debe ser evitar el descenso. Y no es para menos. La sensación general es que el margen de error se ha agotado. Caparrós, que ya ha vivido otras etapas complicadas con el club, sabe que esta vez el reto es distinto. No se trata de construir a largo plazo ni de pensar en la próxima temporada. Se trata de sobrevivir. De sumar puntos como sea.
Preparación de Caparrós para la visita al Alavés
El nuevo ciclo de Caparrós arrancó con intensidad. En su segunda sesión de entrenamiento, el técnico ya empezó a plasmar su idea para el partido más inmediato, la visita del Deportivo Alavés, un rival directo en la pelea por la permanencia. El mensaje fue directo y sin adornos y es que hay que ganar ya. Durante su charla con el plantel, Caparrós fue enfático. Les pidió olvidar lo que no se ha hecho bien hasta ahora y centrarse en el presente.
El panorama no es fácil. El equipo arrastra varias bajas importantes por lesión, entre ellas las de Rubén Vargas, Akor Adams y Tanguy Nianzou. Sin embargo, eso no cambia el enfoque del entrenador. Para Caparrós, las excusas no suman. Y la única forma de salir del bache es con trabajo, unidad y carácter. “El partido ante el Alavés será una guerra”, habría dicho a sus jugadores. Y razón no le falta. Este partido es clave para alejarse del descenso y, además, llega antes de un tramo muy complicado del calendario, con duelos ante gigantes como Real Madrid y Villarreal.