El mundo literario está de luto por la partida física de Mario Vargas Llosa, el gigante de las letras hispanas, quien falleció el 13 de abril a los 89 años en Lima, cerrando así una vida dedicada a la palabra escrita. El Premio Nobel de Literatura en 2010 y autor de obras universales como ‘La ciudad y los perros’ o ‘La fiesta del chivo’, ha dejado su legado esparcido en todo el mundo.
Entre sus últimos actos públicos, destaca uno en específico por su simbolismo: el día que ingresó en la Academia Francesa en febrero de 2023, un acto donde se celebró su genio, cultura y arte, pero además se mostró su amistad real. Junto a él y en primera fila, estuvo el rey emérito Juan Carlos I, subrayando un capítulo íntimo e histórico para ambos.
2La Academia Francesa lo volvió «inmortal» en un sillón para la eternidad
Para ingresar a la Academia Francesa se necesita más que un simple trámite. Requiere un discurso totalmente en francés ante los miembros de la institución, en este acto, el nuevo académico rinde homenaje a su predecesor. Mario Vargas Llosa, teniendo 86 años en ese entonces, habló por más de una hora en un francés impecable.
Informó ¡Hola!, que el acto se llevó a cabo en el Instituto de Francia, un edificio histórico aunado al cardenal Mazarino. En la primera fila también se encontraban su exesposa Patricia Llosa y sus hijos Álvaro, Gonzalo y Morgana.
Pero el detalle que llamó la atención de la prensa fue la presencia de Juan Carlos I. El rey emérito, quien reside en Abu Dabi desde 2020, viajó expresamente a París al acto protocolario de su amigo, considerando que Vargas Llosa lo había invitado personalmente.