Si hay un producto que no suele faltar en la despensa de los hogares españoles, ese es el atún en lata. Práctico, versátil y aparentemente saludable, se ha convertido en un comodín para muchas comidas rápidas y equilibradas. Sin embargo, un reciente estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) nos recuerda que no todo lo que parece saludable lo es. Algunas marcas muy presentes en los supermercados esconden niveles de sal que superan los límites recomendados y podrían poner en riesgo nuestra salud.
La OCU ha analizado 32 marcas de atún en conserva y, aunque la mayoría cumple con estándares aceptables, el informe ha revelado diferencias significativas en aspectos clave como el contenido de sal, el porcentaje real de atún en la lata y hasta la frescura del pescado. Y lo más preocupante: ha identificado algunas marcas que conviene evitar.
2Las marcas que la OCU recomienda evitar
El estudio de la OCU no solo se centró en el contenido de sal, sino que analizó el sabor, la proporción entre pescado y líquido, y la claridad del etiquetado. Estos factores permitieron identificar diferencias notables entre marcas. Algunas, pese a su popularidad, obtuvieron puntuaciones bajas, lo que pone en duda su calidad frente a lo que prometen.
Una de las marcas señaladas fue Cabo de Peñas (Aceite Eco), que obtuvo 67 puntos sobre 100. Aunque no presentó fallos evidentes en el sabor, su elevado contenido de sal y un precio por encima de la media le restaron valor. Según la OCU, su calidad no justifica el coste, especialmente cuando existen alternativas más equilibradas y económicas en el mercado.
También destaca Conservas Ortiz (AOVE Eco), que alcanzó solo 64 puntos. Si bien no presentó defectos sensoriales durante la cata, el alto contenido de sal perjudicó su valoración. En este caso, el uso de ingredientes premium como el aceite de oliva virgen extra ecológico no logra compensar el desequilibrio nutricional, lo que plantea dudas sobre su conveniencia para un consumo frecuente.
El producto de Carrefour (Pack Vertical en Aceite de Girasol) obtuvo la peor puntuación entre sus competidores en aceite de girasol, con solo 65 puntos. La OCU detectó una mala experiencia gustativa, problemas de textura y una presentación deficiente. Aunque su precio es bajo, no resulta una opción recomendable si se prioriza la calidad y la salud alimentaria.