Mikel Arteta no se confía ni un segundo. A pesar del contundente 3-0 conseguido en el Emirates, el entrenador del Arsenal sabe que visitar el Santiago Bernabéu nunca es un trámite. Consciente del poderío histórico del Real Madrid, de su talento individual y de esa mística que florece en las grandes noches europeas, el técnico español prepara un plan distinto, más frío y cerebral.
En vez de relajarse, el Arsenal se encuentra en modo alerta máxima. «El objetivo está claro: evitar despertar al gigante dormido.» Y para eso, el equipo londinense cambiará su libreto. Lo que se viene no es un planteamiento valiente, sino uno inteligente. Sin margen para errores, Arteta piensa en cómo contener antes que en cómo deslumbrar.
3Un cambio radical, del ataque al repliegue
Lo que prepara Arteta para la vuelta en Madrid es un cambio de mentalidad total. Nada de salir a arrollar. Nada de dar espacios. El técnico vasco ha decidido ir por una vía más cautelosa, priorizando el orden, la concentración y la paciencia.
No habrá margen para lujos ni riesgos innecesarios. Los disparos de Valverde desde media distancia o la genialidad espontánea de Vinícius, Bellingham o Rodrygo pueden cambiar un partido en un segundo.
Por eso, el Arsenal elegirá cuándo atacar y cuándo esperar. En esta ocasión, el ataque pasará a segundo plano. Lo importante será resistir, congelar el ritmo y aprovechar los errores del rival.