Mikel Arteta no se confía ni un segundo. A pesar del contundente 3-0 conseguido en el Emirates, el entrenador del Arsenal sabe que visitar el Santiago Bernabéu nunca es un trámite. Consciente del poderío histórico del Real Madrid, de su talento individual y de esa mística que florece en las grandes noches europeas, el técnico español prepara un plan distinto, más frío y cerebral.
En vez de relajarse, el Arsenal se encuentra en modo alerta máxima. «El objetivo está claro: evitar despertar al gigante dormido.» Y para eso, el equipo londinense cambiará su libreto. Lo que se viene no es un planteamiento valiente, sino uno inteligente. Sin margen para errores, Arteta piensa en cómo contener antes que en cómo deslumbrar.
1El primer asalto fue un dominio total en Londres
En el primer capítulo de esta serie, el Arsenal dio un golpe de autoridad. Su actuación en Londres fue un espectáculo táctico que desdibujó por completo al Real Madrid. Los goles de Declan Rice, ambos de tiro libre, y un tanto de Mikel Merino, sentenciaron una noche en la que el conjunto inglés no solo ganó, sino que dominó los 90 minutos con solvencia.
Pero más allá del marcador, lo que dejó boquiabiertos a muchos fue la capacidad del equipo de Arteta para imponer su estilo y minimizar al Madrid, que no encontró respuestas ni con balón ni sin él. Fue una clase de control total.