Cada día, miles de personas en nuestro país atienden llamadas esperando una oferta laboral, una ayuda social o una gestión pendiente con el Estado. Sin embargo, no todo lo que suena al otro lado del teléfono es lo que parece. En las últimas semanas, una nueva modalidad de estafa ha encendido las alarmas: los ciberdelincuentes se hacen pasar por el SEPE para robar datos personales y bancarios.
Esta práctica se enmarca dentro del conocido “vishing”, una peligrosa forma de fraude telefónico que utiliza la ingeniería social para engañar al ciudadano. La víctima, en su buena fe, cree estar hablando con un funcionario del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y, sin saberlo, termina entregando su información más sensible a manos criminales.
2Suplantación del SEPE: cómo los ciberdelincuentes imitan al organismo
Uno de los aspectos más preocupantes de esta nueva estafa es la precisión con la que los delincuentes imitan al SEPE. No solo utilizan nombres, cargos o vocabulario técnico relacionado con el organismo, sino que también replican formas de contacto supuestamente oficiales. Algunos incluso llegan a enviar correos electrónicos o mensajes de texto que imitan a la perfección el formato del SEPE, con logotipos, tipografías y enlaces que redirigen a páginas web fraudulentas que parecen auténticas.
Este método mixto entre llamadas telefónicas y phishing —el envío de SMS con enlaces maliciosos— agrava aún más el panorama. La víctima, creyendo que está completando un trámite oficial, introduce sus datos en una web falsa. En cuestión de segundos, su información ha sido capturada y queda a merced de quienes saben utilizarla para beneficio propio.
Desde el SEPE aclaran tajantemente que nunca solicitan datos bancarios o personales mediante llamadas, correos o mensajes de texto. La única línea oficial para atención telefónica es el 060 y el número de cita previa es el 91 926 79 70. Cualquier otra llamada, especialmente si solicita información privada, debe ser considerada una estafa.