Un ciclo que agoniza para García Pimienta
El Sevilla FC volvió a naufragar, esta vez en Mestalla, esre viernes 11 de abril, en una noche que no solo alargó su calvario deportivo, sino que también dejó prácticamente sentenciada la etapa de García Pimienta al frente del banquillo andaluz. La derrota por 1-0 frente al Valencia fue la cuarta consecutiva en LaLiga. Un dato que, por sí solo, basta para anticipar un cambio inminente en la dirección técnica. Pero más allá de los números, lo que verdaderamente inquieta es la tendencia de que el Sevilla compite, pero no gana; que genera, pero no concreta.
Lo cierto es que el Consejo del club tiene previsto reunirse en las próximas horas para tomar una decisión que ya parece estar tomada. García Pimienta, renovado a principios de temporada hasta 2027 con una cláusula de salida consensuada, no ha logrado frenar una dinámica peligrosa que amenaza con hipotecar el futuro inmediato del club. Su salida es casi un hecho, y ya suenan con fuerza los nombres de Joaquín Caparrós y Jesús Galván como posibles relevos para tomar el mando en este tramo final del curso.
El partido que lo ha cambiado todo para García Pimienta
Lo que se vivió en Mestalla fue una noche amarga para los sevillistas. El equipo de García Pimienta tuvo momentos de dominio, mostró actitud y, por tramos, fue incluso superior al Valencia. Pero el fútbol no perdona la falta de eficacia, y el único gol del partido —obra de Javi Guerra en el tiempo añadido de la primera parte— fue un golpe moral que bien podría haber sido la última escena del técnico catalán en el banquillo hispalense.
La actuación arbitral tampoco ayudó. Varias decisiones polémicas, incluida una posible falta previa al gol del Valencia, encendieron los ánimos. Sin embargo, ni eso sirve como excusa para tapar las carencias de un Sevilla incapaz de transformar su esfuerzo en puntos. “El resultado es el que es, da igual si es justo o no”, reconoció García Pimienta tras el pitido final. Una frase cargada de resignación que deja entrever que el técnico ya asumía el final de su etapa.
Una salida con sabor a inevitabilidad
A pesar de su respaldo público al grupo, García Pimienta parece tener claro su destino. “Estoy muy contento de cómo ha competido el Sevilla, el equipo está muy vivo y con ellos, al fin del mundo”, dijo ante los medios de comunicación. Una declaración que, más que a continuidad, suena a despedida. Su confianza en el vestuario no ha bastado para revertir una racha negativa que se ha hecho insostenible.
Por su parte, el club ya está en modo reacción. Joaquín Caparrós aparece como el principal candidato para asumir el cargo de forma interina, como ya lo hiciera en otras etapas. Con experiencia, conocimiento del entorno y una figura muy respetada por la afición, el utrerano sería el elegido para llevar al equipo hasta final de temporada con un único objetivo en mente y sería evitar el desastre y mantenerse lejos del descenso.