Aday Mara da un paso firme rumbo a la NBA
La carrera de Aday Mara en el baloncesto universitario de Estados Unidos ha dado un giro clave. Tras dos años con altibajos en UCLA, el pívot español ha decidido cambiar de rumbo y continuar su camino en la Universidad de Michigan, una institución emblemática dentro de la NCAA y miembro destacado de la conferencia Big Ten. Este movimiento no es solo un cambio de equipo. Es una decisión estratégica que podría ser decisiva para su futuro en el baloncesto profesional.
La llegada a Michigan representa mucho más que una nueva camiseta para el joven zaragozano. Es una apuesta por un entorno donde se sienta respaldado, con un entrenador que confía en su potencial y un proyecto deportivo que le ofrece una mayor cuota de protagonismo. Con sus 2,21 metros de altura y un talento difícil de ignorar, Mara busca en los Wolverines esa combinación de espacio y confianza que no logró encontrar durante su etapa anterior en California.
Un ciclo cerrado en UCLA para Aday Mara
El desembarco de Aday Mara en UCLA fue recibido con entusiasmo. No era para menos, se trataba de una universidad con una profunda tradición en formar grandes pívots, lo que parecía el escenario perfecto para pulir su juego. Sin embargo, su experiencia en Los Ángeles resultó ser más complicada de lo esperado. Su relación con el entrenador Mick Cronin fue tensa desde el inicio, y la falta de minutos respondió, en gran parte, a la falta de confianza del técnico, quien llegó incluso a cuestionar públicamente su profesionalismo.
Aun así, Mara logró dejar algunos destellos durante su segunda temporada, incluyendo participaciones valiosas en el March Madness. Pero el rol secundario que se le asignó terminó por convencerlo de que era momento de mirar hacia otro lado. Su decisión de ingresar al transfer portal, la vía legal que hoy permite a los jugadores cambiar de universidad sin perder elegibilidad, fue un paso meditado. Como él mismo podría resumir. “Tenía que tomar las riendas de mi carrera”.
Michigan, una nueva oportunidad para Aday Mara bajo el mando de Dusty May
El presente de Aday Mara se pinta ahora de azul y amarillo. Michigan no es solo una universidad con historia, también es un escenario ideal para tener visibilidad, y cuenta con un entrenador como Dusty May, que ha demostrado saber sacar lo mejor de sus jugadores interiores. May, en su primer año al frente de los Wolverines, ha impuesto una filosofía ambiciosa y una rotación que apuesta por el talento joven. El contexto parece hecho a medida para Mara, quien llega con ganas de consolidarse como un pilar del equipo.
El técnico ha sabido construir recientemente una de las mejores duplas interiores de la NCAA, y todo apunta a que Aday se integrará en ese engranaje que premia el esfuerzo, el crecimiento y la consistencia. Sus números en UCLA —6,4 puntos, 4 rebotes y 1,6 tapones por partido, en apenas 13 minutos de juego— reflejan un potencial enorme que, en un sistema más favorable, podría multiplicarse.
Michigan no es cualquier universidad. Su impacto trasciende el baloncesto gracias a una estructura deportiva de primer nivel y una comunidad apasionada. En la memoria colectiva siguen presentes los Fab Five, aquel mítico equipo de los noventa, y la reciente consagración en fútbol americano como campeones nacionales. Ese entorno convierte a Michigan en un ecosistema mediático ideal para jugadores que, como Aday Mara, quieren ganar notoriedad antes de dar el salto a la NBA. Aquí, el talento se amplifica, y los focos nunca se apagan.