Madrid y su cultura están de enhorabuena, y es que este viernes 11 de abril se cumplen justamente cien años del bautismo escénico del Teatro Pavón, el emblemático espacio cultural madrileño levantado en el número 9 de la calle Embajadores por iniciativa de la empresaria Francisca Pavón y diseñado por uno de los grandes arquitectos del siglo XX, Teodoro Anasagasti. La velada inaugural aquel histórico 11 de abril de 1925 tuvo lugar con la representación de la zarzuela El asombro de Damasco, a la que asistieron los Reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia, todo un acontecimiento de la época.
Convertido actualmente en uno de los teatros de referencia en Madrid, gestionado por el Grupo Luchana y dirigido por Esther Bravo, celebra este año su Centenario con una programación especial de actividades hasta diciembre que se inauguró el pasado lunes 7 de abril con una gala-fiesta conducida por el actor Ángel Ruiz.
Además de esta gala, para recordar la historia del teatro y su importancia escénica, se va a editar el libro 100 años del Teatro Pavón, un libro conmemorativo escrito por Antonio Castro, periodista y cronista de la Villa, que incluirá fotografías, documentos históricos y el relato de la fascinante historia del edificio, sus espectáculos y sus protagonistas desde 1925 hasta hoy, entre ellos grandes figuras de la historia artística española, como Miguel de Molina, Concha Piquer, La Niña de los Peines o la eterna cupletista argentina Celia Gámez
El programa del centenario contará también con la realización y grabación de una ficción sonora original a cargo de Radio Nacional de España (RNE), con dirección de Benigno Moreno y guion de Alfonso Latorre, inspirada en un episodio poco conocido de la historia del teatro y que une memoria, misterio y emoción.
RING DE BOXEO Y ESPACIO FLAMENCO
El teatro volverá a transformarse en un ring de boxeo, rememorando aquellas veladas pugilísticas que tuvieron lugar en su escenario hace décadas, devolviendo así al presente una de las imágenes más sorprendentes del pasado del Pavón. Una serie de visitas guiadas por el teatro, un ciclo de conferencias que abordarán las artes escénicas y algunas sorpresas y estrenos especiales completarán la celebración.
Uno de los hitos de esta celebración es la recuperación, este año de forma simbólica, de la mítica Copa Pavón, una cita flamenca que nació como concurso y que solo se celebró en dos ocasiones, en 1925 y 1926, atrayendo a decenas de artistas de toda la geografía española, y que ganaron sucesivamente Manuel Vallejo y Manuel Centeno. Se celebrará el 2, 3 y 4 de mayo, aprovechando la festividad de la Comunidad de Madrid, y en esta edición, que no será concurso, rendirá homenaje a la gran Mayte Martín, quien recibirá el galardón de la mano de Árcangel y ofrecerá un espectáculo de cante flamenco junto a otros artistas invitados.
Pero la Copa Pavón no fue una excepción en la dedicación que prestó el teatro al flamenco. A lo largo de su historia han pisado su escenario figuras irrepetibles del cante como La Niña de los Peines, Marchena o el extremeño Porrinas, en el que fue su primer “gran aldabonazo madrileño”, según recuerda el periodista Joaquín Albaicín en un texto escrito expresamente para el Pavón. En él reivindica la raigambre flamenca del teatro con este certamen que ahora se recupera y para el que han sido convocados nombres de prestigio y un jurado compuesto de cantaores de peso.
EL LEGADO DE FRANCISCA PAVÓN
Según recuerda Antonio Castro, autor del libro conmemorativo 100 años del Teatro Pavón, el teatro fue obra de uno de los grandes arquitectos del siglo XX, Teodoro Anasagasti y fue un hito en el barrio de Lavapiés por la decoración colorista con detalles art déco de la fachada, su volumetría claramente racionalista y, sobre todo, por su torre con el reloj.
Debe su nombre al de su propietaria, Francisca Pavón, dueña de diversos bienes inmobiliarios, entre ellos del solar donde encargó que se edificara el teatro. Un espacio que es todo un referente de la cultura madrileña y que ha sobrevivido a multitud de episodios históricos y sociales de la capital.
El proyecto del teatro contempló compaginar las proyecciones cinematográficas con las representaciones teatrales. A lo largo de su trayectoria fueron habituales en su programación la zarzuela y la revista, que tuvo allí uno de sus grandes momentos con el estreno en 1931 de Las Leandras, revista que acabó de encumbrar a Celia Gámez.
Durante los años centrales de la Guerra Civil programó un teatro de propaganda revolucionaria y tras la contienda fratricida, el cine fue casi su actividad exclusiva entre 1940 y 1985, años en los cuales sufrió dos reformas que desvirtuaron el proyecto original.
Tras una efímera reapertura en los años ochenta y su uso como sede del Festival de Teatro de Madrid, volvió a cerrar hasta que, ya en el nuevo siglo, los fundadores de la compañía Zampanó, José Maya y Amaya Curieses, compraron el edificio, le devolvieron su imagen original y volvieron a presentar teatro a partir de 2001.
Desde 2002 y durante trece años, fue sede provisional de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, y entre 2016 y 2021 la de la compañía Kamikaze. En las últimas temporadas han estado al frente del Pavón el grupo Vértice360 y, actualmente, el Grupo Luchana. Un espacio cultural madrileño que sigue dando tardes de gloria.