Tavares y su gancho épico sostienen al Real Madrid en la Euroliga
El Real Madrid vivió una noche de infarto en Belgrado, donde Edy Tavares se vistió de héroe con una canasta sobre la bocina que selló una victoria clave por 89-91 ante el Partizan. No fue solo un triunfo agónico, fue una declaración de intenciones. Este equipo quiere evitar el play-in y va a pelear hasta el final. La escena no pudo ser más dramática. Un ambiente cargado de tensión, un rival con cuentas pendientes y un equipo blanco que, en el tramo más exigente de la temporada, sacó el carácter para firmar su sexta victoria consecutiva.
El resultado no asegura aún la quinta plaza, pero mantiene viva la esperanza. Ahora, el destino del Madrid depende de lo que hagan Anadolu Efes y FC Barcelona. Lo único que parece seguro es que, gane o pierda, este equipo siempre encuentra la forma de levantarse cuando la situación parece imposible.
Tavares, del dominio al desenlace
Desde el salto inicial, el gigante caboverdiano marcó el territorio. Se hizo notar en las dos zonas, sumando seis puntos rápidos y bloqueando cualquier intento de Partizan por encontrar comodidad en ataque. Su dominio obligó a Obradovic a pedir tiempo muerto muy pronto. Sin embargo, todo cambió con dos faltas rápidas que lo mandaron al banco en el primer cuarto. Fue ahí donde emergió un Serge Ibaka combativo, que mantuvo el nivel físico del equipo y ayudó a sostener la intensidad. Pero lo mejor estaba por llegar.
En el tramo decisivo, cuando más se necesitaba, Tavares apareció como solo los grandes lo hacen. Con el reloj en cero, soltó un gancho majestuoso que silenció a Belgrado y le dio al Madrid una victoria que parecía imposible. Cerró la noche con 14 puntos y 6 rebotes, y su acción final ya forma parte de la historia visual de esta Euroliga. A falta de menos de cuatro minutos, el marcador mostraba un desalentador 85-76 a favor del Partizan. El ambiente era hostil, el rival estaba encendido y las opciones parecían escasas.
Pero este Madrid tiene algo que no se entrena, resiliencia. Sergio Llull, a pesar de los abucheos constantes del público local, fue el primero en dar el paso al frente con un triple clave que encendió la mecha. Luego, Facundo Campazzo tomó el control con robos, asistencias y temple, guiando al equipo como solo él sabe. Un parcial de 2-13 en los últimos minutos reflejó el espíritu de este grupo. Llull volvió a aparecer con una entrada determinante a seis segundos del final. Pero fue Tavares quien, con un gancho celestial, rompió la lógica y evitó una prórroga que podría haber sido letal.
Belgrado, un escenario hostil pero familiar
No era un partido cualquiera. El Belgrado Arena revivía el recuerdo de la batalla campal del 2023 y la tensión se notaba en cada jugada. Llull fue el objetivo de la grada, abucheado con cada balón que tocaba, mientras Partizan, ya eliminado, jugaba con el orgullo por delante. El Madrid, en medio de ese ambiente asfixiante, cometió errores.
Tiros libres fallados, posesiones mal gestionadas… pero se mantuvo en pie gracias a su rebote ofensivo (16 capturas) y al temple de sus veteranos. Con este triunfo, el equipo blanco cierra la fase regular con un balance de 20-14 y una certeza inamovible y es que si hay que escribir una historia épica, ellos tienen al mejor guionista. Se llama Edy Tavares, y sigue escribiendo capítulos inolvidables para el Real Madrid.