Las torrijas, ese dulce que evoca recuerdos de infancia y huele a hogar, han vuelto a ocupar un lugar especial en las cocinas españolas con la llegada de la Semana Santa. Aunque nacieron como una receta de aprovechamiento, su preparación se ha refinado tanto que hoy incluso hay panes elaborados especialmente para ellas. ¿Pero cuál es el mejor, según la OCU?
Este año, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha llevado a cabo un estudio detallado sobre los panes más adecuados para hacer torrijas. Entre opciones de marcas conocidas y blancas, el veredicto es claro: hay un pan que se lleva los aplausos por su sabor, textura y precio. ¿Lo mejor? Está al alcance de todos.
4Qué debe tener un buen pan para torrijas, según la OCU
La OCU ha sido tajante: no todos los panes valen. Un buen pan para torrijas debe reunir una serie de características técnicas y sensoriales que garanticen el éxito del postre. En primer lugar, debe estar elaborado con harina de fuerza. Esta harina, rica en gluten, otorga una estructura interna firme, lo que evita que la miga se deshaga al absorber líquidos calientes.
Además, el pan debe tener alveolos pequeños y regulares —esas burbujas internas que indican una fermentación bien controlada— y una corteza fina, que facilite la absorción pero no aporte dureza tras la fritura.
La presencia de aromas naturales, como los de limón o canela, también es valorada positivamente por la OCU, ya que complementan el sabor final del postre sin necesidad de ingredientes adicionales. Por último, se valora que el pan sea fácil de manipular, que no se quiebre y que mantenga una forma apetecible.