Un mes después del polémico derbi madrileño en la Champions League entre Atlético y Real Madrid, la UEFA ha tomado una decisión que ha provocado más preguntas que respuestas. El organismo europeo ha apartado de futuras designaciones a Tomasz Kwiatkowski, el árbitro responsable del VAR durante aquel encuentro, en el que se anuló el penalti lanazdo por Julián Álvarez por un supuesto doble toque de balón. La tardanza en la medida y la falta de explicaciones oficiales por parte del organismo han reavivado la controversia.
La jugada, que generó un aluvión de críticas desde distintos sectores, parecía haber quedado en el olvido tras el paso de las semanas. Sin embargo, la UEFA ha optado por “mandar a la nevera” al colegiado polaco, una decisión que, lejos de apaciguar los ánimos, ha alimentado la teoría de que hubo un error de bulto en la interpretación de la acción. Para muchos, este movimiento es un reconocimiento implícito de que se cometió una equivocación grave que pudo influir en el devenir del partido.
Ruptura de una pareja arbitral consolidada
Hasta ahora, Tomasz Kwiatkowski formaba una dupla habitual junto a Szymon Marciniak, árbitro principal de aquel derbi y considerado uno de los mejores colegiados del mundo. Ambos llevaban tres años trabajando juntos en los partidos más importantes de competiciones europeas y también en citas internacionales como el Mundial de Catar. La decisión de la UEFA de separar a este tándem genera todavía más incertidumbre sobre la gravedad del error cometido.
La ruptura de esta pareja arbitral supone una pérdida de confianza por parte del organismo europeo hacia uno de sus equipos más consolidados. Si bien Marciniak ha salido indemne, la caída de Kwiatkowski implica un cambio de planes para futuros encuentros de máxima exigencia, donde la coordinación entre árbitro principal y VAR es crucial. Además, algunos expertos en arbitraje consideran que castigar solo al colegiado del VAR es insuficiente, ya que la comunicación en ese tipo de decisiones debe ser conjunta y consensuada.
La UEFA, en el punto de mira por su gestión
Esta polémica decisión ha vuelto a poner a la UEFA en el centro del debate sobre la transparencia y la coherencia en la gestión arbitral. La falta de explicaciones públicas sobre por qué se ha apartado a Kwiatkowski tan tarde ha generado un clima de sospecha, especialmente entre los seguidores del Atlético de Madrid, que vieron cómo una jugada clave se revertía en su contra sin argumentos convincentes.
La necesidad de una reforma en la comunicación de las decisiones arbitrales empieza a tomar fuerza en el entorno del fútbol europeo. Si la UEFA quiere recuperar la credibilidad perdida en episodios como este, deberá establecer criterios más claros, asumir responsabilidades cuando se cometen errores y, sobre todo, actuar con mayor rapidez. De lo contrario, la sombra de la duda seguirá planeando sobre sus competiciones estrella.