En un contexto donde el desempleo prolongado golpea con más dureza a quienes superan los 50 años, el SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal) ofrece una tabla de salvación: el subsidio para mayores de 52. Esta ayuda no solo garantiza un ingreso mensual, sino que permite seguir cotizando a la Seguridad Social, asegurando una jubilación con derechos, incluso sin volver al mercado laboral.
Más allá de los 480 euros mensuales ofrecidos por el SEPE, esta prestación representa estabilidad y esperanza para miles de personas excluidas del sistema productivo. Sin embargo, no es automática: exige cumplir requisitos rigurosos y renovarse año a año. Conocer sus condiciones y compararla con otras opciones como el Ingreso Mínimo Vital puede ser clave para tomar la mejor decisión económica y vital.
3El Ingreso Mínimo Vital como alternativa: ¿me conviene más que el subsidio?
La otra gran ayuda disponible para personas mayores de 50 años es el Ingreso Mínimo Vital (IMV), gestionado por la Seguridad Social. Aunque no depende directamente del SEPE, es una opción que muchas personas en esta franja etaria consideran cuando no pueden acceder al subsidio de mayores de 52 años o necesitan un ingreso mayor.
El IMV tiene como objetivo garantizar un nivel mínimo de ingresos a personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad. La cuantía varía según la unidad de convivencia: para una persona sola, puede llegar a 658,81 euros mensuales; para una familia con cinco miembros, supera los 1.400 euros. Los requisitos generales son:
- Tener entre 23 y 65 años, o ser mayor de edad con hijos a cargo.
- Acreditar residencia legal y continuada en España durante al menos un año.
- No superar el umbral de ingresos y patrimonio establecido para su unidad de convivencia.
- Haber solicitado previamente todas las ayudas a las que se tenga derecho, incluidas las gestionadas por el SEPE.
Una diferencia importante es que el IMV es compatible con ingresos laborales, siempre que no se supere el umbral económico que define la Seguridad Social. Esta flexibilidad lo hace atractivo para quienes tienen trabajos precarios o ingresos esporádicos.