El mundo de los electrodomésticos está repleto de botones, funciones y programas que la mayoría desconoce o ignora por completo como ahorrar. La lavadora, ese aparato imprescindible en cualquier hogar español, esconde entre sus mandos una auténtica joya para el ahorro doméstico que apenas recibe atención. No es un secreto que los españoles somos especialmente sensibles al precio de la factura eléctrica, más aún con las recientes subidas, pero seguimos sin aprovechar esas pequeñas acciones que podrían marcar una gran diferencia al final del mes.
Los programas ECO o de baja temperatura se han convertido en los grandes olvidados del panel de control. Están ahí, a la vista de todos, esperando pacientemente a que alguien se digne a pulsarlos, pero parece que existe una resistencia generalizada a abandonar los ciclos intensivos o de alta temperatura. Y es que, entre el desconocimiento y la desconfianza, muchos hogares españoles siguen desperdiciando recursos energéticos significativos cada vez que ponen una colada, cuando bastaría con pulsar ese botón alternativo para conseguir resultados igualmente satisfactorios en la mayoría de las ocasiones, especialmente con prendas que no presentan una suciedad extrema.
3LA REALIDAD EN CIFRAS: LO QUE SUPONE PULSAR ESE BOTÓN
Los números no mienten, y en el caso del consumo energético de la lavadora, resultan especialmente reveladores. Un ciclo estándar a 60 grados puede consumir aproximadamente 1,2 kWh, mientras que un programa ECO a 30 grados reduce esta cifra a unos 0,5 kWh. Esta diferencia, que puede parecer insignificante en un solo lavado, se traduce en un ahorro anual considerable para un hogar que realiza una media de 220 lavados, aproximadamente unos 150 euros al año solo en electricidad.
El ahorro en agua es igualmente significativo. Los programas tradicionales utilizan entre 50 y 60 litros por ciclo, mientras que las opciones ECO optimizan el consumo hasta los 30-40 litros. Teniendo en cuenta el precio actual del agua en España y su tendencia al alza, podemos estar hablando de un ahorro adicional de unos 70 euros anuales para una familia media, sin contar el beneficio medioambiental que supone este menor consumo. La lavadora, ese electrodoméstico que usamos casi a diario, puede convertirse así en un aliado para nuestra economía doméstica si aprendemos a utilizarla correctamente, especialmente en un contexto donde cada vez más hogares buscan formas de reducir sus gastos fijos.