La situación y el problema del ruido del Santiago Bernabéu, estadio del Real Madrid, parece no tener fácil solución, al menos a corto-medio plazo. El coliseo blanco se está quedando sin conciertos ni espectáculos musicales por no cumplir con la normativa vigente, lo que está provocando una pérdida de ingresos más que significativa, cifrados inicialmente en torno a 360 millones de euros.
El último varapalo relacionado con el ruido que se ha llevado el megaproyecto de Florentino Pérez es la cancelación del concierto de Aitana, con la cantante española de pop mudando sus dos fechas al estadio Riyadh Air Metropolitano del Atlético de Madrid los días 30 y 31 de julio. Una decisión que supimos este 7 de abril y que en el diario Qué! adelantamos en exclusiva hace un mes tras conocer la marcha de Lola Índigo al mismo escenario. La andaluza y la catalana son de la misma discográfica, Universal Music, y el evento pasaba por la misma promotora, GTS Management.
Pero si bien el Real Madrid y el Santiago Bernabéu están siendo los más afectados por la problemática del ruido, hay que dejar claro que multitud de equipos de LaLiga lidian también con asuntos similares. Pese a que a Atlético de Madrid o Betis no le esté pasando factura de una manera ni parecida, eso no implica que clubes de esta categoría no estén teniendo que tomar distintas decisiones para adecuarse a la normativa, incluso afrontando quejas y reclamaciones ciudadanas.
No solo el Bernabéu: también hay quejas en el Metropolitano
Y es que, aunque el Metropolitano le esté «robando» los conciertos de Madrid al Bernabéu, el estadio del Atlético de Madrid no está libre de quejas. De hecho, hace solo unos días conocimos que la Asociación Vecinal Las Musas-Las Rosas ha pedido al Ayuntamiento y a las autoridades medidas contra el ruido y el tráfico generado por estos eventos. Los vecinos del barrio de San Blas explican que la actividad del estadio ha causado cambios sociales y de vida, sobre todo por los sucesos que acontecen en los alrededores del recinto.
Exigen soluciones ante situaciones límite no solo respecto al ruido de los altavoces en los eventos deportivos o musicales, sino también en relación a los gritos, el lanzamiento de objetos e incluso los insultos que se pueden escuchar en múltiples ocasiones. Además, y por poner otro ejemplo, se contabilizaron más de una centena de denuncias en materia de tráfico solo por el derbi de la capital entre Atlético de Madrid y Real Madrid.
Las condiciones de quienes vinimos a vivir aquí hace veinte años se han alterado por completo
Virgilio Mata, portavoz de la Asociación Vecinal Las Musas-Las Rosas
«Tenemos una problemática y pedimos soluciones. Las condiciones de vida de los que vinimos a vivir hace veinte años se han alterado por completo», explicaba en unas declaraciones Virgilio Mata, portavoz de la asociación vecinal perteneciente al barrio de San Blas. El mismo recordaba que los coches suelen copar las aceras, obstaculizar el paso de carritos de bebé y personas discapacitadas e incluso cortar el paso a entradas y salidas de garajes.
El Betis, el Mallorca, el Valencia y hasta el Deportivo
Los distintos proyectos de remodelación de estadios españoles también están en el ajo en esta cuestión, de una u otra forma. En el caso del Real Betis Balompié, los vecinos del estadio Benito Villamarín ha levantado la voz por el posible ruido de los eventos extradeportivos que pueda albergar el recinto tras la reforma. Haciendo alusión directa al ejemplo del Santiago Bernabéu, los ciudadanos sevillanos creen que, además de las molestias de las obras, el anuncio de la creación del edificio ‘Ocio 365’ puede generar problemas en este sentido, además de aumentar la actividad comercial.
El caso del Mallorca también ha generado cierta polémica. Han sido múltiples las protestas de aficionados y vecinos respecto al volumen de la actuación previa a los partidos en Son Moix. Sin ir más lejos, los acontecimientos que se produjeron antes del partido ante el Real Madrid en el estadio balear incluían no solo actuaciones musicales, sino también fuego, dimonis de Mallorca y juego de luces.
En este sentido, el Deportivo de la Coruña se ha enfrentado a quejas sobre el ruido en el estadio de Riazor. ¿La razón? La misma que en Mallorca: valores por encima de los 90 decibelios en momento en los que no se estaba disputando el partido. Si bien los especialistas dejaron claro que estos niveles no son perjudiciales para la audición, sí que pueden resultar molestos.
Asimismo, en las obras del nuevo Camp Nou hemos llegado a ver hasta tres sonómetros en la calle que miden el ruido. El enfoque está dirigido principalmente a evitar perturbaciones sobre todo en horario nocturno (a partir de las 20:00). También se han recogido quejas de los vecinos de Valencia en torno al Nou Mestalla y el ruido que pueda derivar el nuevo estadio del Valencia. «Estos estadios no están preparados para que el ruido no salga de ahí porque no son una sala de conciertos», declaró al medio PlazaDeportiva Juan Antonio Caballero, vicepresidente de la Asociación de Vecinos de Benicalap.
San Sebastián rechaza el Mundial 2030 en Anoeta
Lo último que hemos podido conocer en este sentido es que incluso los vecinos de Donostia rechazan que el estadio Anoeta sea sede del Mundial 2030 organizado por España, Portugal y Marruecos. La sede fue elegida por delante de Balaídos, en Vigo, pero diferentes asociaciones vecinales de San Sebastián han enviado una carta a la FIFA pidiendo revocar la decisión.
En este caso, las quejas se dirigen más hacia los problemas de alojamiento y la mercantilización de los barrios que al propio ruido. «A pesar de que nos quieren presentar la elección como un logro colectivo de la ciudad, estamos ante una iniciativa que aumentará todavía más la turistificación de Donostia», explican, enumerando problemas que condicionarán la vida de la población como el empeoramiento de la emergencia habitacional, el crecimiento de la actividad turística, la mercantilización del espacio urbano, el desarrollo de infraestructuras de transporte insostenibles y las «medidas securócratas».
La carta, dirigida directamente a personalidades de la talla de Gianni Infantino o Aleksander Ceferin, habla directamente del «beneficio económico de unos pocos» a costa de un impacto negativo del Mundial 2030 en la ciudad y sus ciudadanos. Según estas asociaciones, la promoción se venderá envuelta en los valores del deporte y el marketing del espectáculo.