Cuando pensamos en seguridad para el hogar o el negocio, por lo general nos viene a la mente las alarmas contra robos, cerraduras resistentes o cámaras de vigilancia. Pero hay otro riesgo al que muchas veces no le damos importancia, el fuego. Y es que tan solo un pequeño descuido o un fallo eléctrico pueden generar un incendio, y en esos casos, cada segundo cuenta.
Tener equipos contra incendios es una forma responsable de estar preparado para este tipo de situaciones que se pueden presentar. Pero, ¿qué tipo de cosas necesitas para estar protegido? Te lo contamos.
Extintores
Este equipo es esencial para cualquier hogar o establecimiento, ya que permite actuar de inmediato ante la etapa inicial de un incendio. Antes de comprar, debes tener presente que existen distintos tipos de extintores y varían según el tipo de fuego que puedan combatir, los más comunes son los de tipo A, B, C y K. Cada uno está diseñado para materiales diferentes como papel, líquidos inflamables, equipos eléctricos o grasas de cocina.
Es importante tener al menos un extintor en lugares clave, como en la cocina o cerca de equipos eléctricos. Además, deben mantenerse en buen estado y revisarse periódicamente para asegurar que estén en buenas condiciones. n
Si no estás seguro de cuál es el adecuado para tu entorno, puedes acudir a empresas especializadas en la venta de extintores contra incendios, donde te orientarán según tus necesidades.
Señalización y luces de emergencia
En caso de incendio, una evacuación rápida puede salvar vidas. Pero el humo, la oscuridad o el pánico pueden desorientar fácilmente a las personas. Por eso, contar con señalización clara y luces de emergencia es muy importante, especialmente en negocios o establecimientos grandes.
Las señales indican las salidas, los extintores o las rutas de evacuación, mientras que las luces de emergencia se encienden automáticamente cuando se corta la electricidad. Como puedes ver, no todos los equipos contra incendios están diseñados para apagar el fuego; algunos, como estos, ayudan a guiar y proteger durante la evacuación.
Sistemas de rociadores automáticos
Los rociadores automáticos son sistemas que liberan agua de forma inmediata al detectar altas temperaturas. Estos por lo general se instalan en techos y están pensados para activarse de forma localizada, justo en la zona donde se produce el incendio.
Aunque este tipo de sistema es más común en oficinas, fábricas o almacenes, también hay algunas opciones disponibles que se pueden usar para viviendas. Además, son muy útiles en lugares que pueden quedar vacíos durante horas o días, ya que su funcionamiento es automatizado.
Mantas ignífugas
Las mantas ignífugas son un recurso simple, pero muy efectivo, estas están fabricadas con materiales resistentes al fuego y sirven para sofocar pequeños incendios, especialmente en la cocina. Por ejemplo, si se prende fuego una sartén con aceite, lo ideal es cubrirla con la manta para cortar el oxígeno y apagar las llamas de forma segura.
Lo mejor es que son ligeras, fáciles de usar y no requieren mantenimiento, lo que las convierte en una excelente opción de refuerzo junto a otros equipos contra incendios.
Detectores de humo y calor
Un incendio puede comenzar en silencio, sin que te des cuenta. Por eso, los detectores de humo y calor son tan importantes. Su función es alertar al instante de detectar una acumulación de humo o un aumento anormal de la temperatura, de esta forma al sonar la alarma tendrás tiempo para reaccionar.
Instalarlos en zonas como pasillos, cocinas o cerca de dormitorios puede marcar la diferencia entre controlar una situación o lamentar daños mayores. Incluso los modelos más sencillos ofrecen una buena protección y lo mejor es que muchos se pueden conectar a tu móvil o sistema de seguridad para avisarte, aunque no estés en el lugar.
Gabinetes de incendio y mangueras
Cuando se trata de espacios más grandes o con muchas personas, como oficinas, comercios o almacenes, es recomendable contar con gabinetes de incendio. Estos gabinetes incluyen una manguera enrollada conectada a una fuente de agua, lo que permite combatir un incendio antes de que llegue ayuda profesional.