En un mercado saturado de productos ultraprocesados y reclamos publicitarios engañosos, no deja de sorprender que un simple panecillo acabe acaparando elogios de expertos en nutrición. En esta ocasión, el protagonista es un producto de la sección de panadería de Mercadona, que ha recibido una calificación sobresaliente por parte de un nutricionista popular en redes sociales. Y sí, su valoración ha sido clara y directa: “10 de 10”.
Este tipo de hallazgos son poco comunes en un entorno donde muchos alimentos “aparentemente saludables” terminan escondiendo grandes cantidades de azúcar, aditivos o grasas innecesarias. Sin embargo, estos pequeños bollos de Mercadona han desafiado las estadísticas. ¿Qué los hace tan especiales y por qué se han convertido en una sorpresa inesperada dentro del pasillo del pan?
2Una excepción que marca tendencia

Los panecillos saludables de Mercadona se posicionan como una grata excepción a los productos ultraprocesados. No llevan azúcares añadidos ni grasas saturadas innecesarias, y además, incorporan masa madre, una cualidad cada vez más apreciada por quienes buscan una digestión más ligera y un perfil nutricional más completo.
Este tipo de pan favorece el equilibrio de la flora intestinal, tiene menor índice glucémico que los panes blancos tradicionales y, por si fuera poco, es más fácil de conservar. No es casualidad que cada vez más panaderías artesanales estén volviendo a este método ancestral. Que una gran cadena como Mercadona lo incorpore en sus productos más accesibles es, sin duda, un paso adelante.
La sorpresa del experto no es exagerada. En un sector donde lo habitual es encontrar largas listas de ingredientes impronunciables, estos panecillos destacan precisamente por su sencillez. Y es aquí donde reside su mayor virtud: un producto cotidiano que no necesita adornos para ser saludable.