El Servicio Público de Empleo Estatal, más conocido como SEPE por sus siglas, no destaca precisamente por ser la mejor plataforma posible para el ciudadano español. Cualquier que haya tenido que hacer trámites burocráticos sabe que a la mayoría de sistemas de gestiones telemáticas en España le queda mucho por mejorar, pero la situación se agrava aún más cuando hablamos de trabajo y de prestaciones de desempleo.
Si bien los datos de paro están mejorando, no parece observarse un avance notable en cuanto al servicio que el funcionariado público le ofrece al ciudadano. Errores en procesos que deberían ser ágiles, caídas de los servidores de la web, un diseño anticuado de la interfaz de la página y la sede electrónica y una atención al ciudadano que no se libra de los largos tiempos de espera.
Pero tampoco está habiendo noticias positivas respecto a las condiciones de los propios funcionarios del organismo dependiente del Ministerio de Trabajo y de Economía Social que actualmente dirige Yolanda Díaz como parte del Gobierno de coalición, con testimonios de los trabajadores que no dejan bien parado al SEPE e incluso la convocatoria de manifestaciones en distintos puntos del país.
«Alarmante» falta de personal y alta carga laboral para los trabajadores del SEPE
De hecho, esta misma semana pasada el sindicato CIG (Confederación Intersindical Galega) ha anunciado movilizaciones para denunciar una situación de colapso del SEPE que consideran insostenible. Las protestas se iniciaron con una concentración ante la dirección provincial del SEPE en A Coruña, pero continuarán durante todo el mes de abril en distintas ciudades.
Las principales quejas de las asociaciones sindicales se dirigen a una falta de personal que consideran «alarmante», pero también al proceso de puesta en marcha de una nueva aplicación para tramitar prestaciones cuyo funcionamiento es «ineficaz». Ponen el foco en la situación actual de los trabajadores del SEPE, quienes se encuentran desbordados por los problemas estructurales y las condiciones laborales del personal.
Los problemas del SEPE afectan gravemente a la salud de los trabajadores
Xulio Ríos, representante del CIG
«Los problemas en el SEPE impiden ofrecer un servicio de calidad a la ciudadanía, pero además afectan gravemente a la salud de los trabajadores«, explica Xulio Ríos, representante del sindicato. «La carencia estructural obliga a la plantilla a asumir una carga laboral extenuante y existe una presión constante».
Afirman que la suma de los distintos factores repercute en la situación laboral de los trabajadores del SEPE y en el funcionamiento directo del servicio, perjudicando a las gestiones de los ciudadanos. Sin ir más lejos, la nueva aplicación ALMA, dirigida a la gestión de prestaciones, genera retrasos por constantes fallos técnicos, errores de funcionamiento e interfaz poco intuitiva para su utilización.
Errores constantes e ineficiencia
Los sindicatos piden la dimisión del máximo responsable de la Dirección General del SEPE por la ausencia de aplicación de medidas efectivas, además de exigir soluciones efectivas e inmediatas. Y es que solo hace falta consultar a unos cuantos ciudadanos para saber de primera mano que el funcionamiento deja mucho que desear.
Los avisos de errores y mantenimiento son más comunes de lo comprensible en plataformas de este calado. «Qué bien trabaja el SEPE. No me extraña que la ministra quiera reducir más las horas de trabajo. Olé por el departamento de IT», cuenta Gemma con un tono irónico tras un nuevo mensaje que le avisa que por cuestiones de mantenimiento en los sistemas informáticos que dan soporte al portal, la disponibilidad de los servicios de prestaciones por desempleo se ha visto afectada del 31 de marzo hasta el 2 de abril.
En el caso de que la atención sea presencial, la cosa no mejora. Hace solo unos meses, el presidente de CSIF (Central Sindical Independiente y de Funcionarios) Miguel Borra denunciaba que existen oficinas del SEPE que tienen un solo funcionario para atender a poblaciones enteras, en concreto 59 en España. Consideran que al 55 % de las oficinas de atención al público les falta personal, con hasta once sedes que directamente no lo tienen. A finales de 2024 había más de 100 oficinas con solo dos trabajadores, 86 que tienen tres, 67 con cuatro y 65 con cinco pero que tampoco son suficientes por la cantidad de carga poblacional que abarcan.
Y es que el Servicio Público de Empleo Estatal ha perdido más del 45 % de los funcionarios en la última década, sin planes a la vista para aumentar la plantilla o reponer las bajas. Desde Comisiones Obreras (CC.OO.) concretan los números: la plantilla de 7.380 funcionarios (a fecha de 1 de enero de 2025) se seguirá reduciendo por jubilaciones y bajas, mientras que la pérdida de efectivos estructurales se va por encima de los 3.500. Los sindicatos piden que haya al menos 12.500 trabajadores para aliviar los problemas de los funcionarios y de la ciudadanía.
Merece la pena recordar que la situación no es nueva. Durante la pandemia del Covid-19, el SEPE sufrió un verdadero colapso que se agravó con la gestión de los ERTE y los ataques informáticos que sufrió la plataforma. Los funcionarios enviaron una carta a la ministra Yolanda Díaz pidiendo una mayor inversión en medios tecnológicos de cara a simplificar los procedimientos habituales.
«Las aplicaciones y sistemas con los que trabajamos dejan mucho que desear. Hay constantes incidencias y se cuelga, lo que impide una agilidad precisa en el reconocimiento de prestaciones. Sobre todo cuando se produce el cierre de nómina mensual», detallan los funcionarios, que siguen a la espera de una mayor inversión en seguridad y de la implantación de jornadas de tarde voluntarias.