Especial 20 Aniversario

Los objetos prohibidos por la DGT pueden costarte hasta 30.000 euros de multa

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Uno de los aspectos que la Dirección General de Tráfico (DGT) vigila con mayor severidad es el transporte de armas u objetos considerados peligrosos. Llevar un arma de fuego en el vehículo sin la autorización correspondiente está tipificado como una infracción grave, con sanciones que pueden superar los 30.000 euros. Además, si los agentes consideran que existe un riesgo potencial para la seguridad pública, el conductor podría enfrentarse a cargos penales, incluyendo penas de prisión de entre 3 y 6 meses.

Pero no solo las armas de fuego están prohibidas por la DGT. Cualquier objeto que pueda utilizarse como arma puede ser motivo de sanción si no se justifica su presencia en el vehículo. En este artículo te contaremos en detalle qué dice la normativa sobre la portación de objetos.

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Conclusión: prevenir antes que lamentar

La DGT no avisa: Multa de 500 euros si no tienes esta documentación en regla
Fuente: Agencias

La DGT no solo se ocupa de regular la circulación vial, sino también de prevenir riesgos asociados al transporte de objetos peligrosos. Desde armas de fuego hasta dispositivos de vigilancia no autorizados, cualquier elemento que represente una amenaza potencial puede acarrear sanciones severas, incluyendo multas de hasta 30.000 euros y penas de prisión en casos extremos.

Más allá de los objetos evidentemente peligrosos, la DGT también sanciona la tenencia de elementos que puedan alterar la seguridad vial, aunque parezcan inofensivos. Radares detectores, luces deslumbrantes o pantallas mal colocadas pueden generar distracciones o poner en riesgo a otros conductores, lo que convierte su transporte en una infracción. Incluso una linterna modificada o un suplemento sin etiquetar pueden terminar en una multa inesperada.

Por todo ello, es fundamental revisar con atención qué llevamos en nuestro vehículo. Asegurar la documentación obligatoria, evitar objetos innecesarios o prohibidos y mantenernos informados sobre la normativa vigente puede evitar sanciones graves. La prudencia, en este caso, no solo protege el bolsillo, sino también nuestra responsabilidad legal y la seguridad de todos en la carretera.

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