Se produce la Dimisión de María Tato en medio de la polémica de las sedes del Mundial 2030
María Tato, quien hasta ahora dirigía la candidatura del Mundial 2030, presentó su dimisión ante la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) en medio de la controversia por la elección de las sedes. La decisión de incluir el Reale Arena en lugar de Balaídos desató una ola de críticas y sospechas sobre posibles manipulaciones en los criterios de selección.
Antes de oficializar su salida, María Tato entregó un informe detallado a la Federación explicando los criterios utilizados en la evaluación de los estadios. Sin embargo, este documento no logró despejar las dudas, especialmente después de que una investigación periodística sugiriera que se habían modificado puntuaciones para favorecer la inclusión del estadio de San Sebastián en detrimento del de Vigo.
La defensa de la RFEF y las dudas sobre el proceso
Desde la RFEF han negado cualquier irregularidad en la selección de las sedes y aseguran que el proceso fue transparente y basado en criterios técnicos. Según el organismo, las modificaciones en las puntuaciones de Anoeta y Cornellà respondieron a una reevaluación de las intervenciones necesarias en cada estadio, lo que llevó a que ambos pasaran de 15 a 20 puntos en la subcategoría correspondiente.
Pese a estas explicaciones, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, ha sido uno de los más críticos con la exclusión de Balaídos. «Toda España duda de este proceso. Todo indica que hubo una manipulación total», expresó Caballero, exigiendo a la Federación transparencia en los criterios aplicados. Además, ha solicitado la publicación de las actas y documentos oficiales que justificaron la selección final de las sedes.
Consecuencias y próximos pasos para María Tato
La dimisión de María Tato no ha sido el único movimiento dentro del equipo encargado de la candidatura. Fernando Sanz y Jorge Mowinckel, también involucrados en el proceso de selección, dejaron la RFEF previamente, lo que ha generado aún más incertidumbre sobre la gestión del proyecto. Por su parte, el Consejo Superior de Deportes (CSD) aclaró que no participó ni validó la decisión final de la Federación y reafirmó su postura de defender las 13 sedes españolas inicialmente propuestas.
A pesar del escándalo, la RFEF insiste en que Vigo y Valencia podrían ser reconsideradas en la selección de estadios mundialistas. Sin embargo, cualquier modificación en la lista dependerá exclusivamente de la FIFA, que tendrá la última palabra sobre la configuración final de las sedes para el Mundial 2030.