El consumo de alcohol al volante es una de las principales causas de siniestralidad en nuestro país. Con el objetivo de reducir los accidentes de tráfico y mejorar la seguridad vial, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha impulsado una reforma que endurece los límites legales de alcoholemia.
Desde el año pasado, los conductores deben adaptarse a nuevas restricciones más estrictas, alineadas con las normativas de otros países europeos. Sin embargo, la medida ha generado dudas y preocupación entre los ciudadanos. ¿Cuántas cervezas puede tomar una persona antes de superar el límite? ¿Cómo afectan estas modificaciones a los hábitos de consumo en España? En este artículo analizaremos en detalle los cambios propuestos por la DGT, sus implicaciones y la respuesta de la sociedad.
3Sanciones más duras para infractores
La DGT ha endurecido los límites de alcoholemia con un régimen sancionador más estricto. Las multas varían según la cantidad de alcohol en aire espirado: desde 200 euros y la pérdida de 2 puntos para niveles bajos, hasta 1.000 euros y la retirada de 6 puntos para tasas superiores a 0,50 mg/l, penalizando con mayor severidad a los infractores.
Los conductores reincidentes recibirán sanciones más duras. Si en el último año han sido multados por alcoholemia, deberán pagar 1.000 euros, sin importar la cantidad de alcohol detectada. Esta medida busca disuadir el consumo de alcohol al volante y reducir el número de accidentes relacionados, reforzando el mensaje de tolerancia cero hacia quienes ponen en riesgo la seguridad vial.
Las consecuencias son aún más graves cuando se superan los 0,60 mg/l en aire espirado o 1,2 g/l en sangre. En estos casos, el conductor podría ser acusado de un delito contra la seguridad vial, enfrentándose a penas de prisión de hasta seis meses, multas de hasta un año y la retirada del carnet por un período máximo de cuatro años.