La Dirección General de Tráfico (DGT) ha dado un paso más en su compromiso por mejorar la seguridad en las carreteras. Con la instalación de nuevos radares en zonas de construcción y obras, la DGT busca reducir la velocidad de los vehículos en áreas especialmente sensibles. Estos dispositivos, capaces de medir la velocidad de múltiples coches simultáneamente, representan una innovación tecnológica al servicio de la prevención de accidentes.
Las autoridades han aclarado que el propósito no es únicamente sancionar, sino también concienciar a la sociedad. Los nuevos radares, que incluyen sistemas de alerta visual con caras felices o tristes según la velocidad, pretenden fomentar una conducción más responsable. En este artículo te explicaremos cómo funcionan los nuevos radares de la DGT. ¡No te lo pierdas!
2Radares dobles y en cascada: una estrategia combinada
La DGT ha implementado un sistema de radares dobles y en cascada para maximizar su eficacia. Un radar móvil colocado estratégicamente antes de uno fijo permite detectar a los conductores que frenan bruscamente al ver el dispositivo. Esta técnica, conocida como «antifrenazo», evita que los infractores eludan las multas y refuerza la seguridad en tramos peligrosos.
Los radares en cascada, por su parte, consisten en la colocación de varios dispositivos a lo largo de un mismo tramo. Esto permite controlar la velocidad de los vehículos en diferentes puntos, asegurando que los conductores mantengan una velocidad adecuada durante todo el recorrido. Esta estrategia es especialmente útil en carreteras con curvas pronunciadas o cambios de rasante, donde el riesgo de accidentes es mayor.