Ryanair se encuentra nuevamente en el ojo del huracán, esta vez por el anuncio de las nuevas medidas que afectarán directamente a sus pasajeros, y es que la aerolínea ha endurecido sus normativas en materia de embarque y equipaje de mano.
De acuerdo al anuncio de la aerolínea, a partir de los próximos meses, la aerolínea de bajo coste implementará una política más estricta que contempla multas de hasta 100 euros para quienes no cumplan con la regla de los 40 minutos antes del cierre de la puerta de embarque, por ejemplo.
Estas nuevas medidas responden básicamente a la necesidad de mejorar la puntualidad de los vuelos y de esta manera poder evitar los retrasos de la aerolínea por pasajeros que llegan tarde. Pero lo curioso es que estas medidas han generado una ola de críticas por parte de los viajeros, quienes ven estas medidas como una estrategia de la aerolínea para incrementar sus ingresos.
Además de la penalización por no presentarse con suficiente antelación, Ryanair también ha introducido cambios significativos en su política de equipaje de mano. A partir de noviembre, la aerolínea dejará de aceptar billetes impresos en papel y exigirá a los pasajeros que utilicen exclusivamente la tarjeta de embarque digital a través de su aplicación móvil.
Y por último, el polémico tema del equipaje, las dimensiones acordadas por la aerolínea y permitidas en los vuelos sin generar costes adicionales se reducirán a 40 x 20 x 25 centímetros y, quienes superen este límite, deberán pagar una tarifa de hasta 70 euros.
Multas de hasta 100 euros por no cumplir con los tiempos de embarque
Al parecer el tema de la puntualidad en los vuelos ha generado malestar en la aerolínea, lo que le ha llevado a implementar nuevas políticas con respecto a los horarios de embarque con sanciones que pueden alcanzar los 100 euros para aquellos pasajeros que no respeten los tiempos de embarque establecidos.
De acuerdo a lo anunciado por la aerolínea, lo que se busca es reducir retrasos y mejorar la eficiencia operativa, imponiendo esta medida a quienes lleguen tarde a la puerta de embarque, una medida que puede llegar a afectar incluso a aquellos pasajeros que ya han realizado el check-in.
Con esta decisión, la compañía pretende agilizar el proceso de salida de los vuelos y evitar que los retrasos acumulados afecten a las siguientes rutas programadas, un tema que ha sido duramente criticado por los pasajeros.
Ryanair, además de implementar este nuevo paquete de sanciones económicas que afectan a los pasajeros, ha intensificado los controles en las puertas de embarque para garantizar que todos los viajeros cumplan con la normativa. E incluso han llegado a recomendar a los pasajeros, llegar con suficiente antelación y consultar previamente las condiciones de su billete para evitar sorpresas.
Esta estrategia, aunque polémica, forma parte del modelo de negocio de la aerolínea, basado en la reducción de costes y la optimización de los tiempos de operación. Es curioso, pero Ryanair es una aerolínea que ha llegado a posicionarse como una de las mejores aerolíneas de bajo coste en Europa, a pesar de las múltiples polémicas generadas justamente por estas medidas radicales, pero lo verdaderamente importante siguen siendo los precios bajos, que parecen restar importancia a estas medidas catalogadas por muchos como abusivas.
Restricciones más severas para el equipaje de mano
El equipaje de mano ha sido uno de los temas más polémicos de la aerolínea, y esta vez se han endurecido aún más las restricciones sobre el equipaje, y se han limitado las dimensiones permitidas, a menos que estés dispuesto a pagar el coste adicional.
Ahora, los pasajeros solo podrán llevar una pieza pequeña bajo el asiento, a menos que paguen por la opción de prioridad o facturen el coste adicional por su maleta. Con este cambio, la aerolínea lo que busca es maximizar el espacio en cabina (lo que ha generado burlas en las redes sociales, porque ya el espacio es bastante pequeño) y reducir los tiempos de embarque, evitando retrasos provocados por el exceso de equipaje.
Estos ajustes que viene realizando la aerolínea, sobre todo los que asociados a las políticas de equipaje de mano, responden a la estrategia comercial de la compañía, que apuesta por ofrecer tarifas base más bajas que el resto de las aerolíneas, mientras monetiza los servicios adicionales, llegando incluso a la exageración de exigir medidas exactas para el equipaje de mano.
Ante este escenario, los pasajeros deberán planificar mejor su equipaje o asumir los costos extra para llevar más pertenencias a bordo, o simplemente adaptarse a las normas de la aerolínea y viajar sin equipaje.
Digitalización obligatoria: adiós a las tarjetas de embarque en papel
Resumiendo, a partir del próximo mes de noviembre Ryanair estaría eliminando de forma definitiva los billetes de embarque en papel, y pasaría a la implementación de la versión digital a través de su aplicación móvil. ¿El objetivo? Pues reducir los tiempos, agilizar aún más el proceso de embarque y finalmente, reducir el impacto ambiental derivado del uso de papel.
La sanción para los pasajeros que no presenten el billete en forma digital, será el pago de una tasa adicional en el aeropuerto para su impresión, lo que añade otra capa de costes para quienes no se adapten a la nueva normativa.
Este cambio responde a la estrategia de digitalización de la compañía, que ha apostado por una mayor automatización en sus procesos. Esta medida sin duda ha generado ciertas molestias en pasajeros que no están familiarizados con la tecnología, sin embargo, Ryanair ha justificado el cambio como un paso más hacia la eficiencia operativa.
La recomendación es entonces para que los usuarios de la aerolínea, se aseguren de descargar la aplicación y lo más importante, tener el móvil activo al momento del embarque, para evitar sanciones por parte de la compañía. En definitiva, son todas medidas que favorecen el buen funcionamiento del servicio, puntualidad, rapidez e incluso el tema del billete electrónico son positivos, el problema es seguramente la “frialdad” en el proceso de implementación.