Mientras que el público llega a él es complicado ignorar lo que ha logrado el andaluz Delaossa en lo que es su primera obra de larga duración en solitario. Incluso sin cantar en vivo el ‘listening party’ de ‘La Madrugá’, fue un baño de masas que terminó siendo profundamente íntimo por la decisión del artista de poner todo lo que ha sufrido estos años en sus letras, y mostrarse como un ser humano tan imperfecto como talentoso, en un trabajo tan accesible y pegadizo como melancólico, y que, sin embargo, termina siendo un debut profundamente optimista sobre superar una crisis personal.
Lo cierto es que desde que apareció en la tarima del Palacio de Vistalegre, saltando y saludando mientras sonaban los primeros acordes de ‘Un gran sueño’ era evidente la conexión entre los presentes y el rapero. Se suma que supo rodearse en la tarima, de sus amigos, de su familia y de sus colaboradores musicales. Es cierto que no todos los que aparecen en el disco pudieron hacer acto de presencia, con las agendas de Dellafuente, Quevedo y Andrés Calamaro, manteniéndolos lejos del evento, pero la presencia de Recycled J, Cruz Cafuné y Pepe y Vizio dejan claro que entiende también que son parte de lo mismo.
El artista fue presentando cada una de las canciones del disco, dejando en ocasiones que las lágrimas le cubrieran los ojos. En particular las canciones dedicadas a sus padres, donde habla también abiertamente de la muerte de su madre y de los problemas que tuvo en la relación con su padre. Es algo fuera de lo que se puede esperar del hip hop, incluso con la evolución que ha tenido el género en la poesía y con la influencia del flamenco que siempre está presente en la música del artista.
Es una influencia menos presente en este disco que en canciones como ‘El Patio’, pero que se evidencia en su forma de componer, y en la honestidad con la que se relaciona con sus propias heridas. Lo cierto es que tras solo una primera reproducción parece evidente que se trata de una pieza clave para esta nueva generación del rap hecho en España, y que se cuela por los caminos abiertos por algunos contemporáneos como Cruz Cafuné.
DEL FLAMENQUITO AL HIP HOP
Ya era evidente que el sonido de Delaossa tenía mucho del famoso, y criticado, ‘flamenquito’ cuando ‘El patio‘ explotó de la forma que lo hizo. Pero al mismo tiempo, también es evidente que este disco, aunque se aferra al espectro emocional del otro género que ha marcado su trabajo. Esta combinación entre las métricas y el ritmo del rap español, con los detalles de su vida a flor de piel es lo que hace de ‘La Madrugá’ un trabajo tan peculiar, y tan precioso dentro del panorama musical actual.
Es cierto que hay, al menos, un sencillo simple de digerir sin la carga emocional de otras canciones. ‘Still Luvin’, junto al canario Quevedo, promete ser un sencillo radial y coreado en festivales a lo largo y ancho de España. Lo cierto es que, sin ser la mejor de las canciones incluidas en el disco, es una buena idea incluir un sencillo para las discotecas, que pueda bailarse ‘De Madrugá’, a esto se suma que probablemente sea la mejor canción que ha incluido al canario desde su sesión con Bizarrap.
DELAOSSA SE PREPARA PARA SU GIRA
Tras presentar el disco y dejar que el público lo asimilara, el artista anunció que este mismo año lo estaría llevando a las tarimas españolas. Es una buena noticia, desde su historia particular el rapero ha lanzado un disco universal, que promete conectar de forma potente desde la tarima. Será interesante como Delaossa le da vida a estas canciones en la gira, y cómo maneja la puesta en escena de una colección de temas tan personal para el artista.