El informe IMD Future Readiness Indicator Travel 2025 ha emitido el ranking de las empresas turísticas que se encuentran mejor preparadas para el futuro, y ha posicionado a Booking.com, Airbnb y Marriott Internacional como las mejores, un resultado que no ha sorprendido a los expertos dada las trayectorias de estas empresas.
Son compañías que han desarrollado estrategias para adaptarse a un mercado turístico que se caracteriza por el cambio constante y han incorporado tecnologías como la inteligencia artificial, la personalización de servicios y un enfoque cada vez más marcado en la sostenibilidad, en un contexto donde las personas se encuentran cada vez más concientizado sobre el cuidado del ambiente, les ha jugado a su favor.
¿La mala noticia para España? El informe no la deja muy bien parada, ya que evidencia una realidad preocupante: ninguna empresa española figura entre las diez primeras posiciones del ranking. La más cercana es International Airlines Group (IAG), matriz de Iberia y Vueling, que apenas alcanza el puesto 11, lo que deja en evidencia los fallos en el sector en un contexto global que cada vez se hace más competitivo.
Lo curioso es que, mientras estas plataformas se hacen fuertes en el mundo del turismo global, Ryanair, que ocupa la décima plaza, no deja de arremeter contra las agencias de viajes online. La aerolínea irlandesa las tiene en el punto de mira y las acusa de engordar los precios de sus billetes con recargas que consideran desorbitados. En concreto, pone el dedo en la llaga con Booking.com, asegurando que esta llega a triplicar el coste de sus vuelos frente a lo que marca su web oficial.
Sin embargo, en España, donde todo parece indicar, según el mismo informe, que el sector turístico carece de una estrategia clara para adaptarse a los nuevos desafíos, la compañía se encuentra con una competencia feroz que la deja en una posición cada vez más vulnerable.
Las empresas que lideran el turismo del futuro y la ausencia de España en el ranking
Las empresas que se han colado en los primeros puestos del ranking tienen un as bajo la manga: usan la tecnología a fondo para mirar a sus clientes, este detalle a simple vista insignificante, según el informe, ha logrado posicionar a estas empresas entre las mejores. Airbnb, Booking.com y Marriott International se destacan por ofrecer experiencias a medida, sacando jugo al análisis de datos y la inteligencia artificial.
Pero el panorama cambia cuando miramos a España: ninguna empresa nacional asoma en la lista, y eso pone en evidencia una alarmante falta de preparación para los giros que está dando el sector. Es un toque de atención en toda regla para el turismo español. Resulta curioso, porque España está entre los destinos favoritos del planeta, y aun así, según el informe, no tiene compañías que se hayan subido al carro de los cambios.
La excepción, como adelantábamos anteriormente, es International Airlines Group (IAG), el grupo detrás de Iberia y Vueling, que se cuela en el puesto 11. Los expertos no se andan con rodeos: si España no se pone las pilas con estrategias que apuesten por la sostenibilidad y la innovación, podrían ver cómo otros mercados, más ágiles y adaptados, le pasan por encima en la carrera por la competitividad.
Ryanair contra eDreams o Booking: la guerra por los precios de los vuelos
Ryanair por su parte no ha perdido tiempo y ha decidido plantar cara a los gigantes del turismo como eDreams, Vola y Booking.com, y les acusa del incremento de precios. La aerolínea irlandesa ha denunciado que estas plataformas se meten de intermediarias sin autorización y cargan extras que, según ellos, terminan perjudicando tanto a la compañía como a los pasajeros.
Lo cierto es que estas disputas en tribunales, solo han logrado generar preocupación en los viajeros, quienes muestran escepticismo a la hora de utilizar las plataformas para adquirir y comprar precios, sobre todo porque cada vez confía menos en estas webs para comparar precios y organizar sus escapadas. Ryanair ha manifestado que solo quiere sincerar tarifas, pero las agencias online no muestran signos de querer ceder y reivindican que su trabajo es clave para que los usuarios tengan más opciones al alcance de un clic.
De momento, esta guerra solo ha logrado confundir a los consumidores, y podría darle un vuelco al negocio de vender billetes en Europa. Con la venta directa y la intermediación digital peleándose por ganarse al cliente, lo que salga de este enfrentamiento va a dibujar cómo se compran los pasajes de avión en el futuro.
Un sector turístico sin estrategia clara ante los nuevos desafíos
Pero mientras tanto, los grandes líderes del turismo mundial están redoblando su apuesta por la inteligencia artificial, la tecnología en general, la sostenibilidad y la personalización de experiencias, y España parece seguir sin rumbo claro en materia turística, siendo además una potencia turística. Aunque el país sigue siendo un imán para los visitantes, arrastra problemas estructurales que frenan su capacidad de adaptarse a un mercado cada vez más feroz y exigente.
La inversión en digitalización brilla por su ausencia, el modelo sigue anclado en el turismo masivo y apenas hay empresas con músculo tecnológico que tiran del carro hacia la innovación. Según el informe del IMD, la fortaleza financiera y la habilidad para innovar serán decisivas en los próximos años, y justo ahí España cojea. No es solo cosa de las empresas del sector; el balón también está en el tejado de las políticas públicas y en cómo el país logra venderse como un referente en turismo sostenible e inteligente.
Digitalizar la experiencia del viajero, se trata de diseñar experiencias de viaje personalizadas, haciendo uso de la tecnología, así de simple, diversificar lo que se ofrece y poner en marcha planes que alivien la saturación de ciertos destinos, son pasos ineludibles para no perder combustible. Sin una estrategia ambiciosa ya largo plazo, España podría quedarse mirando desde el banquillo cómo otros países y compañías, más rápidos y astutos, se llevan el partido de las nuevas tendencias turísticas globales.