Este 20 de marzo de 2025 llega a las tiendas Assassin’s Creed Shadows, una nueva entrega de la legendaria franquicia de videojuegos de Ubisoft que vuelve a hacernos viajar en el tiempo a través de la historia, esta vez trasladándonos al Japón feudal del siglo XVI dándonos el control de dos personajes protagonistas. Todo, en un bello mundo abierto que explorar y recorrer a través del sigilo y la acción.
Pero no todo es tan bonito como pudiera parecer. El título desarrollado por el estudio canadiense Ubisoft Québec es percibido por la compañía prácticamente como un salvavidas a nivel estratégico. La multinacional francesa no está atravesando un buen momento, con constantes rumores de venta y con los inversores apretando cada vez más las tuercas. Por ese motivo, se aferra a Assassin’s Creed Shadows, nuevo título de su saga insignia y -con diferencia- más conocida, confiando en que le ayude a repuntar en los próximos meses.
Si bien la entrega ambientada en el Japón feudal es una de las más esperadas por los fans desde hace multitud de años, su anuncio perdió fuerza con el lanzamiento de Ghost of Tsushima por parte de Sucker Punch y PlayStation Studios en 2020, una propuesta similar que vino a satisfacer en buena parte las necesidades de ese público hambriento.
Además, el videojuego ha sido objeto de polémica desde que su primer tráiler, aunque por un motivo mucho más absurdo. Una oleada de críticas en redes sociales cargó contra la presencia de Yasuke, uno de los dos protagonistas de Assassin’s Creed Shadows, por el simple hecho de ser un samurái de raza negra que, curiosamente, existió de verdad. La misma corriente desliza también su descontento con Naoe, el personaje principal femenino que ejerce de shinobi, por cierta «falta de fidelidad histórica».
La recepción de Assassin’s Creed Shadows ha sido tibia
Pero, aunque a nivel de imagen pueda afectar, estos debates nimios que algunos todavía no superan no son el palo en la rueda que tiene Ubisoft. Desde luego le afecta más el haber sufrido más de un retraso en su fecha de lanzamiento, que pasó de estar fijada el 15 de noviembre de 2024 para PC, PS5 y Xbox Series X y S a moverse a 2024; primero en el día de San Valentín en febrero y, finalmente, este 20 de marzo.
Asimismo, la valoración crítica no ha sido del todo halagüeña con Ubisoft. El embargo de los análisis de Assassin’s Creed Shadows se levanto este 19 de marzo y, en el momento de escribir estas líneas, posee un 82 sobre 100 de nota media de la prensa en Metacritic, el portal especializado de referencia que recopila las críticas profesionales a nivel internacional. El que no esté familiarizado con la industria de los videojuegos podría entender que se trata de una gran valoración, pero hay que dejar claro que no es suficientemente alta para las aspiraciones de la compañía en un desarrollo de categoría triple A (la más alta) que ha costado millones de euros.
Entre los puntos fuertes que destacan los especialistas se encuentra el apartado técnico, gráfico y visual del título, que parece funcionar con la estabilidad adecuada en el hardware de actual generación (tanto en PC como en consolas) y lucir verdaderamente potente. También hay consenso en que sus mecánicas son divertidas y que es más variado que las anteriores entregas. Como contraparte, se considera una evolución más limitada de lo que se esperaba, con una trama bastante diluida y un mundo fragmentado.
Los rumores de venta de Ubisoft y las revueltas de los inversores
Con todo esto, cuesta asegurar que Ubisoft haya conseguido lo que se había marcado como objetivo en cuanto a estrategia de cara a este año fiscal. La posible venta de la compañía al gigante chino Tencent sigue revoloteando en la industria, a la vez que otros actores del mercado entran en la puja de sus propiedades intelectuales.
Este mismo mes, el IGN recogió unas declaraciones incendiarias de AJ Investments, uno de los inversores de la firma francesa. Los propios inversores han acusado a los directivos de Ubisoft de «gestionar la empresa terriblemente mal», pidiendo una hoja de ruta clara para una recuperación de la compañía que tenga en cuenta la disminución del valor para los accionistas, el fracaso a la hora de adaptarse a las tendencias del mercado y una ejecución operativa que tachan de mediocre.
De igual manera, Jurak Krúpa, CEO de este grupo de inversores, acusa a Ubisoft de ocultar información sobre negociaciones con Microsoft o Electronic Arts para la venta de IPs. Lo que se ha deslizado durante este último tiempo es que tanto el mencionado grupo Tencent como Savvy Group (una firma de inversiones de Arabia Saudí) están tramando algo con la editora y desarrolladora francesa, pero parece que hay mucho más detrás que no nos cuentan ni a nosotros ni a los propios accionistas.
Los inversores han hecho un llamamiento para una protesta prevista para el mes de mayo, hartos de los distintos retrasos que han sufrido los productos y de las fuertes caídas de valor de las acciones. Toca esperar para saber si el rendimiento comercial de Assassin’s Creed Shadows alivia la situación tan crítica de Ubisoft, pero de momento el futuro no parece mucho más esperanzador que antes de que llegara tan ansiado lanzamiento este 20 de marzo de 2025.