Las carreteras españolas son escenario de constantes mejoras y reparaciones para garantizar la seguridad y comodidad de los conductores. Sin embargo, estas obras suponen un reto adicional para la circulación, no solo por los desvíos o la reducción de carriles, sino también por la presencia de radares específicos que vigilan el cumplimiento de los límites de velocidad en estas zonas.
En los últimos años, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha reforzado la instalación de radares en tramos en obras con el objetivo de reducir accidentes y mejorar la seguridad tanto de los conductores como de los trabajadores que operan en estas áreas. En este artículo, analizaremos en detalle cómo funcionan estos radares, qué sanciones pueden acarrear y cómo los conductores pueden evitar multas mientras transitan por estos tramos.
2Multas y sanciones por exceso de velocidad en tramos en obras
El incumplimiento de los límites de velocidad en tramos en obras conlleva multas económicas y la pérdida de puntos en el carné de conducir. Superar el límite en hasta 20 km/h supone una sanción de 100 euros, sin pérdida de puntos. Sin embargo, a partir de 21 km/h, las multas aumentan progresivamente, junto con la reducción de puntos.
Si un conductor excede el límite entre 31 y 50 km/h, las sanciones oscilan entre 400 y 500 euros, con una pérdida de 4 a 6 puntos. En casos más graves, cuando la velocidad supera los 50 km/h sobre el límite permitido, la multa asciende a 600 euros y podría considerarse un delito contra la seguridad vial, dependiendo de la situación.
Cuando la velocidad excedida es superior a 60 km/h en vías urbanas u 80 km/h en vías interurbanas, se puede enfrentar penas de prisión de tres a seis meses, trabajos en beneficio de la comunidad o la retirada del carné por hasta cuatro años. Estas sanciones buscan evitar accidentes y proteger tanto a los conductores como a los trabajadores en las zonas de obras.
