Un debut amargo para Hamilton en Ferrari
Lewis Hamilton llegó a Ferrari con grandes expectativas, pero su primera carrera con la escudería italiana fue un duro golpe de realidad. Luego de dejar Mercedes con la esperanza de volver a pelear por el campeonato, el siete veces campeón del mundo se encontró con más dificultades de las esperadas en el Gran Premio de Australia de la Fórmula 1. Durante las sesiones de entrenamientos libres, el británico mostró un rendimiento prometedor, lo que generó ilusión en los tifosi.
Sin embargo, cuando llegó el momento clave, la historia fue completamente distinta. Hamilton terminó en una discreta décima posición, lejos de los líderes y apenas rescatando un punto. Más allá del resultado, lo preocupante fue la diferencia de más de 22 segundos con respecto al ganador, Lando Norris. Una señal clara de que Ferrari aún no está al nivel de los equipos más fuertes de la parrilla.
Errores estratégicos y críticas a Ferrari
El mal desempeño de Hamilton no solo se debió a la falta de ritmo del monoplaza, sino también a una cuestionable estrategia de Ferrari. Mientras otros equipos reaccionaron a tiempo con la llegada de la lluvia y montaron neumáticos intermedios, la escudería italiana decidió mantener a sus pilotos en pista con neumáticos secos. El resultado fue un desastre. Hamilton perdió varias posiciones y su compañero, Charles Leclerc, también sufrió las consecuencias, aunque logró finalizar octavo. Tras la carrera, el británico no se guardó nada y dejó claro su descontento con la gestión del equipo.
“Ha sido una de las carreras más complicadas que recuerdo. Fue mucho peor de lo que pensaba. El coche era muy, muy difícil de conducir hoy. Doy gracias de haber impedido que acabara contra el muro porque se quería ir hacia él la mayoría del tiempo”, expresó Hamilton. Además, mostró su frustración con la comunicación interna, especialmente con su nuevo ingeniero de pista, Riccardo Adami. Acostumbrado a la precisión de Peter Bonnington en Mercedes, el británico se sintió incómodo con las constantes actualizaciones de radio y, en varias ocasiones, pidió que lo dejaran concentrarse en la carrera.
Un mensaje claro para Leclerc y Ferrari
Si algo ha dejado en claro Hamilton en su primera carrera con Ferrari, es que no ha llegado para ser un piloto más. El británico quiere liderar el equipo y pelear por el título, pero para eso exige cambios drásticos en la estrategia y gestión de carrera. Ferrari arrastra problemas en la toma de decisiones desde hace años y eso le ha costado oportunidades clave en la lucha por el campeonato. Hamilton lo sabe y no está dispuesto a tolerar errores que comprometan su temporada.
Su compañero, Charles Leclerc, ha sido el referente de la escudería en los últimos años y quiere consolidarse como el piloto número uno del equipo. Sin embargo, la llegada del británico podría generar tensiones si los resultados no acompañan. Mientras tanto, McLaren ha demostrado que es el equipo a vencer en este inicio de temporada, con Lando Norris logrando una victoria contundente en Australia. Ferrari tiene mucho trabajo por delante si quiere meterse en la pelea.