Especial 20 Aniversario

Matcha sin engaños: el truco para comprar el mejor en el supermercado

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El mercado de productos saludables ha experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años, colocando en el punto de mira a auténticos tesoros nutricionales que hasta hace poco eran desconocidos. El matcha ha conquistado España como un auténtico fenómeno, transformando las estanterías de supermercados y las cartas de cafeterías con su característico color verde intenso y sus prometedores beneficios para la salud. Sin embargo, no todos los productos etiquetados como matcha ofrecen la calidad que prometen, y muchos consumidores acaban adquiriendo versiones adulteradas o de baja calidad sin saberlo.

La popularidad de este polvo verde ha provocado una saturación del mercado con opciones que distan mucho de ser auténtico matcha ceremonial japonés. Diferenciarse entre tantas opciones resulta una tarea abrumadora para el consumidor medio que desconoce los entresijos de este ancestral producto. La confusión aumenta cuando nos enfrentamos a precios que oscilan desde los 5 euros hasta más de 60 por un bote de apariencia similar, dejando al comprador en una encrucijada donde el precio parece ser el único indicador visible de calidad. Esta situación ha generado un mercado donde abundan los engaños y las medias verdades, convirtiendo la compra de matcha en un auténtico campo de minas para el consumidor español.

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LA IMPORTANCIA DEL ORIGEN Y LA CERTIFICACIÓN EN LA CALIDAD DEL MATCHA

El origen geográfico del matcha constituye otro factor determinante en su calidad. Aunque hoy se cultiva té en muchas regiones del mundo, el auténtico matcha ceremonial procede casi exclusivamente de zonas específicas de Japón como Uji (Kioto), Nishio, Shizuoka y Kagoshima. Cada una de estas regiones aporta características distintivas al matcha, influenciadas por el terroir único que combina suelo volcánico, microclima y tradiciones de cultivo centenarias imposibles de replicar en otros entornos. Los matchas producidos fuera de estas zonas, especialmente los procedentes de China o Taiwán, pueden ser significativamente más económicos pero ofrecen perfiles sensoriales completamente diferentes.

Las certificaciones y sellos de calidad representan otro aspecto fundamental a tener en cuenta al elegir matcha en el supermercado. Los productos de calidad suelen mostrar en su etiquetado informaciones precisas sobre la prefectura japonesa de origen, el grado de matcha (ceremonial, premium o culinario) y a menudo certificaciones JAS (Japanese Agricultural Standard) que garantizan prácticas agrícolas controladas. La ausencia de estas indicaciones precisas en el envase, reemplazadas por términos vagos como «inspirado en la tradición japonesa» o «estilo matcha», funciona como una señal inequívoca de que estamos ante un producto de dudosa procedencia. Los productores de matcha auténtico se enorgullecen de su origen y proceso, detallándolo meticulosamente en sus envases.