La búsqueda de mantener una buena salud y bienestar a medida que se envejece se ha convertido en una prioridad para muchas personas. Sin embargo, un término que ha cobrado relevancia en los últimos años es el ‘inflammaging’, un concepto que se refiere al proceso de inflamación crónica de bajo grado que acompaña al envejecimiento. Este fenómeno no solo impacta en la apariencia física, sino que también puede ser responsable de diversas enfermedades, desde trastornos cardiovasculares hasta enfermedades neurodegenerativas. Comprender cómo se manifiesta el ‘inflammaging’ y cómo combatirlo se vuelve esencial, especialmente al acercarse la época estival, cuando la salud y el bienestar son aún más decisivos.
En la actualidad, el manejo del ‘inflammaging’ es clave para preservar no solo la salud física, sino también el estado emocional y mental. Adotar hábitos saludables que fomenten una respuesta inflamatoria equilibrada puede tener un efecto positivo a corto y largo plazo. Desde la dieta hasta la actividad física, los cambios en el estilo de vida pueden marcar una gran diferencia en cómo el cuerpo afronta este proceso natural del envejecimiento. En este sentido, conocer los fundamentos del ‘inflammaging’ y aprender a combatir sus efectos se convierte en un paso hacia un verano más saludable y revitalizador.
3LA IMPORTANCIA DE LA ACTIVIDAD FÍSICA
La actividad física regular se ha demostrado como una de las herramientas más efectivas para combatir el ‘inflammaging’. La práctica de ejercicio no solo ayuda a mantener un peso saludable, sino que también favorece una mejor función del sistema inmunitario. Al realizar actividad física, se producen sustancias antiinflamatorias naturales en el organismo que ayudan a reducir la inflamación crónica.
El ejercicio moderado, que puede incluir caminar, correr, practicar yoga o realizar ejercicios de fuerza, tiene un efecto positivo sobre la salud en general. Este tipo de actividad estimula la circulación sanguínea, mejora la oxigenación de los tejidos y promueve la eliminación de toxinas que pueden contribuir al estado inflamatorio. En consecuencia, integrar al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana se convierte en una recomendación fundamental para combatir el ‘inflammaging’.
Además, el entrenamiento de fuerza es especialmente beneficioso para preservar la masa muscular, lo que resulta crucial a medida que se envejece. A medida que se pierde masa muscular, el riesgo de diferentes discapacidades y enfermedades aumenta, por lo que fortalecer el cuerpo se vuelve esencial. Combinar ejercicios de resistencia con actividades cardiovasculares crea un enfoque integral que no solo mejora la salud física, sino que también eleva el ánimo y fortalece la conexión con el propio cuerpo.