La Generación Z, que son aquellos jóvenes nacidos a partir de 1994 y comienzos de los 2000, tienen la peculiaridad de estar familiarizados con el uso de la tecnología digital, internet y medios sociales desde una edad temprana, lo que les ha permitido desarrollar una práctica que ha recibido el nombre de task masking.
La proliferación de esta ha tenido mucho que ver con el regreso a la oficina tras un teletrabajo que, una vez pasados varios años desde la pandemia sanitaria del coronavirus, comienza a abandonarse más y más, en gran parte por las reticencias de muchos superiores a que sus empleados estén fuera de su control. Es por ello por lo que muchos recurren a la mencionada técnica para engañarlos.
3EL ‘TASK MASKING’ ESTÁ DE MODA
A través de las redes sociales podemos ver como cada vez hay más contenido audiovisual en el que la Generación comparte sus estrategias para bordar el task masking, la realización de una serie de acciones que están enfocadas a engañar a los jefes y otros empleados de que están haciendo más trabajo del real.
Este tipo de estrategia pasa por hacer ver que se está realizando más trabajo del que realmente realizan. Esto puede implicar desde desplazarse por la oficina con un portátil bajo el brazo o hacerlo con muchos documentos y papeles en la mano, además de teclear de la manera más ruidosa que sea posible, entre otras.