Especial 20 Aniversario

La nueva tendencia matutina en España: el desayuno salado pisa fuerte

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Durante mucho tiempo, el desayuno español ha estado dominado por sabores dulces: tostadas con mermelada, bollería industrial, cereales azucarados o churros con chocolate. Sin embargo, una nueva corriente está ganando adeptos, desafiando esta tradición y apostando por sabores más intensos y nutritivos. El auge del desayuno salado no es solo una moda pasajera, sino una respuesta a la creciente preocupación por una alimentación más saludable y equilibrada. Esta tendencia, impulsada por nutricionistas y chefs innovadores, está transformando la forma en que los españoles comienzan el día, ofreciendo alternativas deliciosas y llenas de energía para afrontar la jornada.

Este cambio de paradigma no implica renunciar al placer de disfrutar de un buen desayuno, sino explorar nuevas opciones que nos permitan obtener los nutrientes necesarios para un óptimo rendimiento físico e intelectual. El desayuno salado se presenta como una alternativa versátil y adaptable a los gustos y necesidades de cada persona, permitiendo combinar ingredientes frescos y saludables para crear platos sabrosos y nutritivos. Desde tostadas con aguacate y tomate hasta huevos revueltos con verduras, las posibilidades son infinitas.

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LOS 5 IMPRESCINDIBLES DEL DESAYUNO SALADO PERFECTO

Para preparar un desayuno salado perfecto, es importante tener en cuenta algunos ingredientes clave que nos aportarán los nutrientes necesarios para empezar el día con energía y vitalidad. Los huevos son una excelente fuente de proteínas de alta calidad, que nos ayudarán a sentirnos saciados y a mantener la masa muscular. Además, los huevos contienen vitaminas y minerales esenciales, como la vitamina D, el hierro y el zinc.

El aguacate es otro ingrediente imprescindible en un desayuno salado saludable. Esta fruta, rica en grasas monoinsaturadas, ayuda a reducir el colesterol LDL («colesterol malo») y a proteger la salud cardiovascular. Además, el aguacate aporta fibra, vitaminas y minerales, como el potasio y el magnesio. Las tostadas integrales son una buena opción para acompañar los ingredientes principales de un desayuno salado.

Las verduras y hortalizas, como el tomate, el pepino, la lechuga o el pimiento, pueden añadir un toque de frescura y sabor a nuestro desayuno. Estos alimentos son ricos en vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes, que nos ayudan a proteger nuestras células del daño oxidativo y a prevenir enfermedades crónicas. El jamón serrano, consumido con moderación, puede ser una fuente de proteínas y hierro en un desayuno salado. Es importante elegir jamón serrano de calidad, bajo en sal y grasas saturadas.