Madrid está viviendo una transformación en la forma de entender el deporte. Lo que antes era una actividad individual, enfocada en la mejora del rendimiento personal, ahora se está convirtiendo en una experiencia social y compartida. Los grupos de running están en auge y cada vez es más común ver a corredores que no entrenan solos, sino que buscan la motivación y la compañía para hacer algo más que un simple ejercicio físico.
El running en grupo no solo responde a la necesidad de mantenerse activo, sino que también está empezando a convertirse en una alternativa de ocio. Muchas de estas quedadas van más allá del entrenamiento y se complementan con encuentros posteriores, ya sea para desayunar o incluso para tomar algo por la noche.
Las redes sociales han jugado un papel fundamental en la consolidación de estas quedadas, permitiendo que las personas interesadas en correr encuentren fácilmente un grupo con el que compartir este deporte. Pero, ¿es esta tendencia una nueva forma de socialización que ha llegado para quedarse o simplemente una moda pasajera?
Verdeliss y el impacto del running en redes sociales
El caso de Verdeliss es el ejemplo claro de cómo el running ha trascendido lo deportivo y se ha convertido en un fenómeno social con gran impacto mediático. Recientemente, la influencer participó en el World Marathon Challenge, completando siete maratones en siete días en distintas partes del mundo y convirtiéndose en la primera mujer en lograrlo. Esta prueba extrema desafía tanto la resistencia física como la capacidad mental para afrontar la fatiga y el desgaste acumulado.
Lo más interesante de la participación de Verdeliss no es solo la dificultad del reto, sino cómo lo ha compartido con sus seguidores. A través de sus redes sociales, sus fans han podido vivir en tiempo real su evolución, sus dudas, su agotamiento extremo y las consecuencias físicas de su esfuerzo. El running, antes reservado a atletas profesionales o aficionados comprometidos, se ha convertido en un tema accesible para todos, gracias al poder de las plataformas digitales.
Este caso pone en evidencia el papel fundamental que juegan las redes sociales en la difusión del running y en su transformación en una actividad cada vez más social. Ya no se trata solo de correr, sino de compartir la experiencia, generar contenido y formar parte de una comunidad que motiva e inspira a otros a sumarse. En este sentido, el running se está convirtiendo en un fenómeno global en el que cualquier persona, independientemente de su nivel, puede sentirse parte de algo más grande.
Redes sociales y la creación de comunidades de running
El auge en Madrid del running en grupo está estrechamente ligado al impacto de las redes sociales. Plataformas como Instagram, TikTok, X y Strava han transformado la relación de las personas con el deporte. Antes, correr era una actividad privada donde cada corredor medía su progreso individualmente; ahora, cualquier entrenamiento puede convertirse en un evento social, con la posibilidad de compartir tiempos, rutas y sensaciones con una comunidad que brinda apoyo y motivación.
Gracias a estas redes, han surgido numerosos clubes que consolidan la popularidad del running. Desde desafíos semanales hasta eventos organizados por marcas como Adidas, es fácil encontrar un grupo local en Madrid para entrenar. Solo necesitas buscar en alguna plataforma para encontrar información sobre quedadas en lugares clave como el Retiro, Madrid Río y Casa de Campo.
Además, la participación de influencers y figuras públicas se ha vuelto un contenido atractivo para sus seguidores, normalizando la práctica de correr en grupo y animando a más personas a unirse. Compartir logros en redes refuerza el sentido de pertenencia y motiva a otros a seguir su ejemplo.
El running como herramienta de inclusión
Más allá de su auge como tendencia social, el running en grupo se ha convertido en una herramienta de integración. Un claro ejemplo es la iniciativa #RunnersConCausa, asociada a la Carrera ProFoturo 2025, que ha permitido a 80 jóvenes en situación de vulnerabilidad, muchos de ellos con discapacidad, prepararse para una carrera mientras fortalecen su autoestima y habilidades sociales.
Dirigidos por el atleta paralímpico Lorenzo Albaladejo, estos entrenamientos han demostrado que correr va más allá de ser una actividad deportiva; se trata de un espacio de superación y conexión con la comunidad. Además, con el reto solidario #RunnersConCausa, cualquier persona puede sumar kilómetros virtualmente para apoyar la inclusión a través del deporte. Este tipo de iniciativas refuerzan la idea de que el running en Madrid no es solo una moda, sino una herramienta de transformación social.
Los grupos de running en Madrid: una nueva forma de socializar
En Madrid, la proliferación de grupos de running ha transformado cómo muchas personas se relacionan con este deporte. Por un lado, hay grupos gratuitos y autogestionados que se organizan a través de WhatsApp, Telegram o redes sociales. Estos no cuentan con entrenadores ni planificación específica, sino que operan con pacers que marcan el ritmo. Se reúnen en puntos de encuentro para corredores de distintos niveles que quieren compartir la experiencia. La flexibilidad es clave, ya que cualquier persona puede unirse en cualquier momento sin compromiso ni costo.
Por otro lado, están los clubes de running de pago, que ofrecen una estructura más organizada con entrenadores profesionales, planes de entrenamiento personalizados y beneficios adicionales como descuentos en carreras o material deportivo. Clubs conocidos en Madrid como Nike Run Club, Adidas Runners o Beer Runners, combinan sesiones de entrenamiento con eventos sociales para fortalecer la comunidad.
Ambos tipos de grupos han convertido el running en una forma de socialización. Para muchos, unirse a estos grupos es no solo una manera de mejorar el rendimiento, sino también una oportunidad para conocer gente nueva, ampliar su círculo social y compartir una afición en un ambiente sano en Madrid .
¿El running social ha llegado para quedarse?
La gran pregunta es si el running en grupo se consolidará como una alternativa real de ocio en Madrid o si es una moda pasajera. Cada vez más personas optan por sustituir planes tradicionales en bares por sesiones de running seguidas de un café, una cerveza o una charla al aire libre, lo que refleja un cambio en la forma de entender el ocio, con mayor preocupación por la salud y el bienestar.
Sin embargo, es poco probable que el running reemplace por completo otras formas de ocio en la ciudad, ya que Madrid sigue siendo un lugar donde la gastronomía, la cultura y la vida nocturna son fundamentales en la agenda social de sus habitantes. Lo más probable es que el running se convierta en un complemento para quienes buscan diversificar sus actividades y encontrar alternativas más activas a los planes tradicionales.
El running social ha demostrado ser más que una moda impulsada por las redes. Su fusión de deporte, comunidad y motivación lo ha convertido en una opción atractiva para muchas personas que antes no consideraban correr en grupo.