La Dirección General de Tráfico (DGT) ha anunciado una medida que ha generado polémica entre los conductores: a partir de este año, compartir información sobre la ubicación de radares o controles de tráfico en redes sociales podría acarrear multas de hasta 20.000 euros. Esta decisión busca frenar la proliferación de grupos en plataformas como WhatsApp o Telegram, donde los usuarios se alertan mutuamente, poniendo en riesgo la seguridad vial.
La DGT justifica esta medida como una forma de garantizar el cumplimiento de las normativas y reducir la siniestralidad en las carreteras. Sin embargo, muchos conductores se preguntan si las sanciones son proporcionales o si, por el contrario, se trata de una respuesta desmedida. En este artículo, exploraremos los motivos detrás de esta decisión, sus implicaciones y quiénes serán los más afectados.
1¿Por qué la DGT ha decidido imponer sanciones tan elevadas?

Las multas de hasta 20.000 euros pueden parecer excesivas, pero la DGT argumenta que son necesarias para garantizar la efectividad de los controles de tráfico. Los radares y los controles de velocidad son herramientas clave para reducir los accidentes, y su ubicación estratégica busca disuadir a los conductores de exceder los límites. Sin embargo, la difusión de esta información en redes sociales compromete su eficacia.
Según la DGT, los avisos sobre radares no solo fomentan el incumplimiento de las normas, sino que también aumentan el riesgo de accidentes. Cuando los conductores saben que no hay controles, tienden a acelerar, lo que eleva las posibilidades de colisiones. Además, esta práctica dificulta la labor de los agentes de tráfico, que ven reducida su capacidad para garantizar la seguridad en las carreteras.