José Mourinho recibe un golpe inesperado en Europa League
El Fenerbahçe de José Mourinho sufrió un duro revés en Estambul este jueves 6 de marzo, al caer 3-1 ante el Rangers en la ida de los octavos de final de la Europa League. El equipo turco fue sorprendido desde el inicio por la intensidad del conjunto escocés, que abrió el marcador tras un robo de Cyriel Dessers y una definición impecable. Aunque los locales reaccionaron con el empate de Alexander Djiku, su fragilidad defensiva y la contundencia del rival los dejaron en una posición complicada.
El checo Václav Cerný se convirtió en el verdugo del Fenerbahçe con un doblete que sentenció el partido y dejó a los de Mourinho al borde de la eliminación. El técnico portugués, acostumbrado a brillar en Europa, se encontró con un rival que supo neutralizar sus estrategias y aprovechar cada oportunidad. Pese a los intentos del Fenerbahçe por reaccionar en la segunda mitad, el VAR anuló dos goles de Dessers por fuera de juego, manteniendo la ventaja escocesa. Con un fútbol efectivo y estructurado, el Rangers controló el partido y dejó a Mourinho sin respuestas.
Una noche caótica para José Mourinho en Estambul
El partido estuvo marcado por polémicas y contratiempos. Desde el gol anulado a Dessers hasta la lesión de Caglar Soyuncu, el Fenerbahçe tuvo que lidiar con numerosos obstáculos. La baja del defensor turco obligó a Mourinho a reorganizar su defensa desde temprano, afectando el rendimiento del equipo. Además, un choque entre Jack Butland y su compañero Propper generó tensión en el campo, aunque el defensa escocés logró recuperarse y seguir jugando.
El Fenerbahçe buscó con insistencia el empate, pero se encontró con la solidez defensiva del Rangers y las intervenciones de su arquero. A medida que avanzaban los minutos, los de Glasgow se mostraban más seguros y cómodos, hasta que Cerný selló la victoria con su segundo gol en los últimos instantes del partido.
José Mourinho, obligado a la remontada
Con esta derrota, el Fenerbahçe se encuentra en una situación límite. No solo perdió su invicto de 18 partidos, sino que ahora deberá visitar Ibrox con la obligación de remontar un 3-1 adverso ante un rival que ha demostrado ser letal en ataque. Mourinho, consciente del desafío que tiene por delante, no ocultó su frustración tras el encuentro: “Fue una derrota merecida. Ellos no cometieron errores y nosotros fallamos en todo el campo. La eliminatoria aún no ha terminado. Vamos perdiendo 3-1 y quedan otros 90 minutos”.
El técnico portugués sabe que su equipo necesitará una versión completamente diferente si quiere mantener vivas sus aspiraciones en la Europa League. Con la vuelta programada para la próxima semana, Mourinho tiene poco tiempo para corregir errores y encontrar la fórmula que le permita darle la vuelta a la eliminatoria. Enfrentar al Rangers en casa será un desafío enorme, pero si alguien sabe manejar estos escenarios, ese es José Mourinho.