El pescado es un alimento fundamental en cualquier dieta equilibrada. Aporta proteínas de alto valor biológico, vitaminas esenciales como la A, D y B12, y minerales como el yodo y el selenio. Sin embargo, no todos los pescados son iguales. Algunos, especialmente los de gran tamaño y predadores, acumulan niveles preocupantes de mercurio, un metal pesado que puede ser tóxico para la salud. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha alertado sobre este riesgo, identificando las especies que deberíamos consumir con moderación.
En un estudio reciente, la OCU analizó más de un centenar de productos pesqueros, tanto frescos como congelados y enlatados, para medir sus niveles de mercurio. Los resultados son claros: mientras que algunos pescados son seguros y beneficiosos, otros, como el pez espada y el atún rojo, presentan concentraciones elevadas de este metal. En este artículo, profundizaremos en las recomendaciones de la OCU y te contaremos cuáles son las alternativas más seguras para mantener una dieta saludable sin riesgos.
3Alternativas seguras: los pescados con menos mercurio
No todos los pescados son iguales en cuanto a su contenido de mercurio. La OCU destaca que especies como la sardina, el lenguado, la dorada y el salmón tienen niveles bajos de este metal. Además, los moluscos bivalvos, como los mejillones y las almejas, y los cefalópodos, como el pulpo y el calamar, son opciones seguras y nutritivas.
Incluir estos pescados en la dieta no solo reduce el riesgo de exposición al mercurio, sino que también aporta beneficios para la salud. Por ejemplo, las sardinas son ricas en ácidos grasos omega-3, que ayudan a mantener la salud cardiovascular. La OCU recomienda variar el tipo de pescado que consumimos, priorizando las especies pequeñas y no predadoras.