Como todos los años, Promusicae ha publicado su informe anual sobre el consumo de música en España. Los datos han llegado con una sorpresa, por primera vez desde 2020 la venta de discos en formato físico se ha reducido en comparación al año anterior. Es que en 2024 se vendieron 1.667.000 de discos en formato de vinilo, en comparación a los 1.810.00 del año previo. Es una caída en el total de discos vendidos, que se ha traducido también en una reducción en el total de los ingresos generados por este formato de 3,8%, de los 62 millones de euros a los 53,8 millones.
Es cierto que las ventas de discos de vinilo no han sido las más afectadas. Tras lo que parecía una recuperación de la venta de CDs la caída de ventas de este formato ha sido de un 25,4%. Es un contraste importante, que ha marcado todas las ventas del formato físico, y ha recordado que aunque el vinilo sigue teniendo buena salud, otro tipo de opciones para comprar música no tienen la misma salud, y que aunque la industria musical ha sabido alimentar este nicho, al punto que en plena crisis inflacionaria el golpe es menor del 4% de las ventas anuales, no todas las opciones son vistas con el mismo interés por parte de los compradores.
Se suma que para el mundo de la música independiente y las pequeñas discográficas las ventas de discos físicos siguen siendo clave. Es bueno recordar que las opciones de streaming, las más usadas por los usuarios y las que más crecen de un año a otro, representando ya el 77,9% del consumo musical en España, estas también son las que peor pagan a los artistas. Es que mientras han generado 479 millones de euros en el país, plataformas como Spotify también han sido criticadas por lo complicado que es usarlas como el principal ingreso económico de un artista.
En cualquier caso es una situación interesante para el mundo de la música, pues a pesar de la caída es evidente que se ha normalizado el consumo musical en formato físico. Las ventas siguen teniendo buena salud y cada vez son más los artistas que consideran necesario lanzar su disco en formato de vinilo, incluso un nombre clave de la industria que había decidido ignorar este espacio, Bad Bunny, ha anunciado que su reciente disco, ‘Debí tirar más fotos’ tendría un lanzamiento en formato físico.
EL FORMATO FÍSICO EN VINILO PREMIA A LA MÚSICA ALTERNATIVA
A esta realidad se suma que el género musical es clave a la hora de definir qué discos conviene lanzar en vinilo y cuáles sólo funcionarán en streaming y en formatos digitales. Revisando la lista de Promusicae, entre los 10 discos más vendidos en vinilo durante 2024 hay 4 discos de rock, ‘Cowboys de la A3’ de Arde Bogotá, ‘Dark Side of The Moon’ de Pink Floyd, relanzado por su 50 aniversario, ‘El último día de nuestras vidas’ de Dani Martín, y ‘Estopía’ de Estopa. Se suma que hay otros trabajos clave del género en posiciones claves de la lista con lanzamientos de Robe, Linkin Park y Extremoduro incluidos en el top 20.
Se suma que la lista muestra que incluso en España la música anglosajona tiene una ventaja importante en el formato físico. Como no podía ser de otra forma, el disco de vinilo más vendido el año pasado es ‘The Tortured Poets Department’ de Taylor Swift, una artista que ha entendido mejor que nadie cómo hacer de un lanzamiento físico todo un evento con varias ediciones especiales, con diferentes canciones, colores e incluso portadas. Tras ella el top 10 también incluye nombres como Billie Eilish, Charli XCX, Olivia Rodrigo y Coldplay. Además, hay otros dos discos de Swift, ‘1989 (Taylor’s Version)’ y ‘Midnights’, entre los 20 más vendidos.
EL MERCADO DE LA MÚSICA NO VUELVE A LOS DATOS PREVIOS AL MP3
Lo cierto es que aunque la industria musical, o al menos la de la música grabada, está lejos del peor momento de su crisis, sigue lejos de los datos de 2001. Aunque la inflación ha hecho que los números crezcan, lo cierto es que la industria no ha vuelto a acercarse a los más de 700 millones de euros que se generaban antes de la explosión global del MP3 y programas de intercambio de archivos entre personas, como fueron Napster o LimeWire.
En cualquier caso, que los datos sigan mejorando es una buena noticia. Pero al mismo tiempo, si no hay un cambio en cómo las empresas de streaming reparten los ingresos, los artistas emergentes seguirán sufriendo para poder vivir de la música, sobre todo más que en el pasado.