¿La pizza con piña o sin piña? Esta pregunta siempre ha generado debate entre los amantes de la pizza, porque hay quienes disfrutan de estos sabores exóticos en la pizza, pero también están los que ven en esta combinación de sabores una completa “aberración gastronómica”. Pero trataremos de convencer a los incrédulos de que la piña puede añadir sabor y textura a este tradicional plato italiano.
Si eres de las que gritan “¿piña en la pizza? ¡Jamás!”, te pillo, porque yo también era de ese club… hasta que esta receta me dio una colleja y me calló la boca. Olvídate de esas pizzas hawaianas cutres con cuatro trozos de jamón mal puestos y piña aguachirri. Esto es otro rollo: una masa casera que mola, sabores que pegan como colegas y un crujiente que te hace suspirar en cada mordisco. ¿Te atreves a darle una oportunidad, preciosa? ¡Vamos a flipar!
3Horneado perfecto para una pizza crujiente
Y ahora, el secreto para que quede como de pizzería y no como un experimento raro, de esos que solemos hacer en casa. Hazlo en tres pasos, ¡y alucina!:
- Primero, 5 minutos abajo del horno (en la bandeja caliente o una piedra si eres pro) para que la base cruja como Dios manda.
- Luego, subela arriba 1-2 minutos para que el queso se dore y los toppings brillen.
- Y por último, 1 minuto más abajo para ese extra de “ñam” que te hace babear.
En menos de 10 minutos tienes una pizza casera que hasta los anti-piña van a pedir repetir. Así que prueba esto, y dime si sigues en el equipo “no piña” o si, como yo, te has pasado al lado dulce de la vida. ¡A por ella!