Esta historia de este lago te va a encantar si eres de los que disfruta de las maravillas de la naturaleza, el que disfrutando viajando alrededor del mundo intentando grabar un fenómeno natural, pues esta vez tendrás que viajar al corazón de Australia.
Si pensabas que los lagos eran solo cosa de azules aburridos o verdes musgosos, agárrate, porque en Australia hay uno que cada verano se pone de rosa chicle como si fuera un batido de fresa gigante. Hablamos del lago Hutt, cerquita de Melbourne, que se convierte en el rey de los turistas y los locos de Instagram buscando la foto del año. No es un truco de filtros ni un cuento de hadas, es naturaleza pura y dura que pasa todos los veranos. ¿Cómo narices se pone así? Quédate, que te lo cuento.
1El secreto de su color rosa

Vale, aunque parece que alguien ha volcado un camión de pintura o que Barbie ha montado una fiesta, la movida tiene explicación y no es tan loca. El lago Hutt no es un lago de los de siempre, sino una especie de invento humano que antes era una marisma. Cuando el sol pega fuerte en verano y la lluvia dice “hasta luego”, el agua se pone salada a tope y unas alguitas microscópicas llamadas Dunaliella salina se lían a producir betacaroteno, que es como un tinte rojizo. ¡Zas! El lago se transforma en un chicle líquido que flipas. Ciencia básica, pero con postura máxima.