En los últimos años, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha endurecido su postura contra el fraude en los exámenes de conducir, advirtiendo sobre las graves consecuencias de intentar hacer trampas. La proliferación de dispositivos tecnológicos para copiar ha obligado a implementar nuevas medidas de control que buscan garantizar la seguridad vial y la formación adecuada de los futuros conductores.
Desde la entrada en vigor de la Ley 18/2021, quienes sean sorprendidos copiando en el examen teórico enfrentan multas de hasta 500 euros y la imposibilidad de volver a presentarse durante seis meses. Pero el problema va más allá: la suplantación de identidad puede derivar en penas de prisión. En este artículo, analizaremos las nuevas normativas, los riesgos del fraude y las estrategias de la DGT para erradicarlo.
5DGT: consecuencias más allá de la multa
Las sanciones económicas y las prohibiciones temporales son solo una parte del problema. Copiar en el examen de conducir tiene consecuencias que van más allá de lo inmediato. Quienes obtienen el carné mediante fraude suelen tener lagunas en su formación, lo que aumenta el riesgo de accidentes.
Además, el fraude en el examen teórico puede tener repercusiones en el futuro laboral del aspirante. Muchas empresas exigen un historial limpio para contratar conductores profesionales, y una sanción por copiar puede ser un obstáculo insalvable.