En los últimos años, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha endurecido su postura contra el fraude en los exámenes de conducir, advirtiendo sobre las graves consecuencias de intentar hacer trampas. La proliferación de dispositivos tecnológicos para copiar ha obligado a implementar nuevas medidas de control que buscan garantizar la seguridad vial y la formación adecuada de los futuros conductores.
Desde la entrada en vigor de la Ley 18/2021, quienes sean sorprendidos copiando en el examen teórico enfrentan multas de hasta 500 euros y la imposibilidad de volver a presentarse durante seis meses. Pero el problema va más allá: la suplantación de identidad puede derivar en penas de prisión. En este artículo, analizaremos las nuevas normativas, los riesgos del fraude y las estrategias de la DGT para erradicarlo.
3Suplantación de identidad: Un delito con consecuencias penales
La suplantación de identidad en los exámenes de conducir es una de las prácticas más graves que la DGT busca erradicar. En estos casos, un aspirante recurre a otra persona para que realice la prueba en su lugar, lo que no solo constituye un fraude, sino que también vulnera la seguridad del sistema de obtención del carné.
Este tipo de engaño no es una simple infracción administrativa, sino un delito tipificado en el artículo 401 del Código Penal. Las consecuencias pueden ser severas, con penas de prisión que van desde seis meses hasta tres años. La DGT ha reforzado sus controles para evitar estas irregularidades y garantizar que solo quienes realmente aprueban el examen obtengan su licencia.
Las autoridades han sido claras en su postura: la suplantación no es un juego y puede llevar a consecuencias legales serias. En los últimos años, se han detectado múltiples casos de este fraude, algunos de los cuales han terminado con condenas de cárcel tanto para el aspirante como para la persona que intentó sustituirlo. La DGT insiste en la importancia de la honestidad para garantizar conductores preparados y responsables.
