Aleixandri Studio se proclama ganador de la EGO de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, que destaca por una propuesta que fusiona la rebeldía estética y el compromiso con la memoria histórica. Su colección “Violetas” no es solo un reconocimiento a un pasado marcado por la represión y la resiliencia, sino que propone una moda sin género que cuestiona las barrera tradicionales y promueve la diversidad en cada prenda.
La moda ya no es sólo un escaparate de tendencias, es una herramienta poderosa que transmite historias y desafía lo impuesto. En esta edición Otoño-Invierno 25/26 de la Mercedes-Benz Fashion Week, Alexandri Studio demuestra en su colección que el diseño puede ser un acto de levantamiento capaz de transformar el dolor del pasado en una declaración de libertad. La colección Violetas es un claro ejemplo de cómo la estética une a la narrativa para ofrecer una experiencia narrativa y visual.
Marc Aleixandri, nacido en La Ràpita (Tarragona) y formado en diseño de moda en BAU, Barcelona, inició su carrera en el competitivo mundo de la moda trabajando como patronista en Palomo Spain. Durante cinco años, su labor en un entorno creativo y de alta exigencia le permitió participar en desfiles en ciudades como París y Nueva York. Sin embargo, el deseo de reconectar con sus raíces y explorar nuevas posibilidades creativas lo llevó a fundar Aleixandri Studio, un proyecto que se define por su apuesta por la moda sin género y la innovación en cada diseño.
La colección “Violetas”: Un homenaje cargado de significado
En el corazón de la propuesta ganadora de la Mercedes-Benz Fashion Week se encuentra la colección “Violetas”, una narrativa visual que transporta al espectador a un Madrid de febrero de 1971. En aquella época, un local clandestino se convertía en el refugio de una comunidad diversa, donde las travestis se entregaban a la libertad de expresión. Sin embargo, esa atmósfera de liberación se veía amenazada por el inminente eco de la represión, simbolizado por el retumbar de botas que anunciaban la irrupción de los agentes del régimen franquista.
En la Mercedes-Benz Fashion Week, “Violetas” se erige como un homenaje a quienes, en tiempos de opresión, se atrevieron a desafiar las normas y a reivindicar su identidad. Aleixandri Studio fusiona elementos de la elegancia clandestina—representados por lentejuelas, perlas y brillos—con materiales y estructuras que recuerdan los uniformes de la policía franquista, evocando así la dualidad entre el sufrimiento y la valentía. Esta intersección de emociones y símbolos ofrece una propuesta rica en matices y cargada de significado.
La fuerza expresiva de la colección está en el campo del detalle. La paleta de colores se contrapone tonos apagados, que exponen la melancolía y la carga opresiva, con destellos brillantes que simbolizan la esperanza y la resistencia. Cada prenda es una historia: desde los cortes estructurados y las texturas contrastantes, hasta la cuidadosa integración de elementos decorativos que remiten a la sofisticación de la clandestinidad.
Aleixandri Studio no se conforma con presentar una moda visualmente impactante, sino que trata de transmitir una historia que resume a nivel emocional y que invite a la reflexión. La selección de materiales y la ejecución artesanal evidencian un compromiso con la calidad e innovación, aspectos fundamentales que elevan “Violetas”.
Moda sin género: La declaración de una nueva estética
Uno de los fundamentos de la propuesta de Aleixandri Studio es su compromiso con una moda sin género. En “Violetas”, las prendas se diseñan para desafiar los estereotipos y crear espacios de expresión que van más allá de las etiquetas convencionales. Este enfoque permite que el diseño se adapte a diversas identidades, aportando una versatilidad que enriquece tanto la estética como la experiencia del usuario.
La moda sin género se presenta como una necesidad en un mundo en constante evolución, donde la diversidad y la inclusión son valores esenciales. Con esta propuesta, Aleixandri Studio cuestiona las normas establecidas y fomenta un diálogo sobre la importancia de reconocer y celebrar la autenticidad en todas sus formas. El resultado es una colección que no solo viste el cuerpo, sino que también empodera la identidad y la libertad de expresión.
La experiencia en el desfile EGO de la Mercedes-Benz Fashion Week
La pasarela de la Mercedes-Benz Fashion Week se transformó en un escenario de emociones intensas, en un contraste dramático con la presentación de “Violetas”. Cada modelo se erigió como un símbolo de resistencia, representando la oposición al pasado opresivo y la esperanza de un futuro mejor. La ambientación, la iluminación y, especialmente, la música —una mezcla de las sirenas de los agentes del régimen franquista con ritmos actuales— permitieron sumergirse en el mensaje de la colección, elevando la moda a un acto performativo y transformador.
El éxito de Aleixandri Studio en esta edición del desfile EGO de la Mercedes-Benz Fashion Week no es mera coincidencia, sino el resultado de una visión audaz que abraza la innovación, la memoria histórica y la superación de los límites tradicionales de la moda. Ganar este galardón es, en sí mismo, una declaración de que la creatividad y la originalidad son fuerzas capaces de transformar paradigmas en un sector tan competitivo.
Una colección que inspira el cambio
La propuesta de Aleixandri Studio en la Mercedes-Benz Fashion Week trasciende la mera creación de una colección de moda. “Violetas” se alza como un testimonio de que el diseño puede ser un vehículo para el cambio, una forma de rescatar la memoria y convertir el dolor en arte. La valentía de Marc Aleixandri al abordar temas tan complejos como la represión, la identidad y la lucha por la libertad, a través de una estética sin género, resulta profundamente inspiradora y relevante en la actualidad.
La colección invita a replantear el papel de la moda como medio de denuncia y reflexión, reconociendo que cada prenda puede llevar consigo una historia que nos conecta con el pasado y nos impulsa hacia un futuro más inclusivo. La audacia con la que se desafían las normas convencionales en “Violetas” cuestiona la rigidez de los cánones estéticos tradicionales, abriendo un espacio para un diálogo más fluido y auténtico entre el arte, la memoria y la identidad.