Preparar albóndigas parece una tarea compleja, sobre todo cuando se trata de igualar la receta de la abuela, de esas albóndigas jugosas que te hacen retroceder en el tiempo y volver a las visitas domingueras que hacíamos a la casa de la abuela. Y admitámoslo, lo más cerca que hemos llegado a las albóndigas de supermercado, pero hoy te demuestro que no es tan difícil como parece.
¿Quién no ha pensado alguna vez en preparar unas albóndigas caseras? Es un plato que siempre evoca a la cocina de las abuelas, esos aromas que inundan la casa y te hacen sentir como en casa, ¡aunque no estés en la tuya! Hoy te traigo una receta para hacer albóndigas jugosas en 30 minutos que te harán olvidar esas de supermercado. Y lo mejor de todo, ¡es facilísimo!
3El toque final: salsa sabrosa para bañar tus albóndigas
Aquí es donde la magia sucede: la salsa. En la misma sartén donde freímos las albóndigas, reduce un poco el aceite y sofríe cebolla picada hasta que esté bien doradita. Después, ralla un tomate y añádelo a la cebolla. Cocina todo junto durante unos 15 minutos, añadiendo sal y pimienta al gusto.
Cuando la salsa esté lista, agrega las albóndigas a la cacerola y cúbrelas con la salsa. Vierte dos vasos de vino tinto y deja que se reduzca a fuego lento durante 20 minutos. Si te parece que se queda demasiado seco, añade un poquito de agua. No olvides probar la salsa y corregir la sal y pimienta si es necesario.
¡Y listo! Así de fácil y rápido es tener unas albóndigas jugosas, perfectas para una comida en familia o con amigos. En solo 30 minutos habrás creado un plato casero, delicioso y mucho mejor que cualquier cosa que puedas encontrar en el supermercado. ¡Disfrútalas con una buena guarnición o incluso solas!