Ibaka se lo piensa y decide permanecer en el Real Madrid
Uno de los focos de tensión en el Real Madrid tras la derrota en la final de la Copa del Rey ha sido resuelto: Serge Ibaka permanecerá en el equipo. El pívot, quien había expresado su descontento con su rol en la plantilla, llegó a considerar su salida inmediata y no regresar después del parón por las Ventanas FIBA. Sin embargo, según informa Cope, finalmente continuará en el conjunto blanco por el momento.
Aunque la tensión ha disminuido, el malestar de Ibaka persiste, ya que considera que no está recibiendo el protagonismo que le aseguraron cuando llegó en verano para ocupar el vacío dejado por Vincent Poirier. El pívot promedia poco menos de 13 minutos por partido tanto en la Liga Endesa como en la Euroliga, pero su tiempo en cancha ha disminuido en los últimos encuentros.
Ibaka, molesto con la llegada de Bruno Fernando
La llegada de Bruno Fernando en enero ha generado un exceso de jugadores, reduciendo los minutos de Ibaka y dejando a Usman Garuba prácticamente fuera de la rotación. Chus Mateo ha dado prioridad a la adaptación del nuevo refuerzo, buscando que aporte al equipo, pero esta situación ha incrementado el malestar del pívot hispano-congoleño, quien incluso ha quedado fuera de algunas convocatorias recientes.
Durante la Copa del Rey, Ibaka tuvo una breve pero efectiva participación defensiva de siete minutos ante el BAXI Manresa, no disputó la semifinal contra el Dreamland Gran Canaria y en la final frente al Unicaja jugó sus habituales 12 minutos. Tras regresar a casa, su frustración era tan grande que llegó a considerar seriamente la posibilidad de dejar el Real Madrid.
Considera que el equipo no valora sus esfuerzos
Este jueves, Ibaka compartió una publicación en sus redes sociales en la que se le veía entrenando en el gimnasio de Valdebebas, acompañada del mensaje: «Un poco de hierro». Con esta imagen, el pívot dejó claro que sigue comprometido con su preparación física, pese a la situación que atraviesa en el equipo. A sus 35 años, el jugador hispano-congoleño mantiene una estricta rutina de trabajo para estar en plena forma, algo que considera fundamental para rendir al máximo nivel. Sin embargo, su constancia en el gimnasio y su dedicación no parecen haber sido suficientes para ganarse un rol más relevante en la plantilla, lo que ha aumentado su frustración.
Parte de su malestar radica en la sensación de que su esfuerzo no está siendo valorado dentro del equipo. Desde su llegada, Ibaka ha trabajado intensamente para mantenerse en óptimas condiciones y responder a las exigencias del club, pero siente que su sacrificio no ha sido recompensado con la confianza ni los minutos esperados. Esta falta de reconocimiento, sumada a la reducción de su protagonismo en la rotación, ha alimentado su descontento, dejándole en una situación incómoda dentro del Real Madrid.