Carlos Alcaraz se tomará unas semanas de desconexión para recuperarse
Las expectativas sobre Carlos Alcaraz en el ATP 500 de Doha eran elevadas, en parte porque llegaba con el impulso de haber conquistado su primer título en pista rápida bajo techo en Rotterdam hace unas semanas, y también por su condición de primer cabeza de serie, que lo situaba como el gran favorito. Sin embargo, desde sus primeros partidos en el torneo, se percibía que aún tenía aspectos por pulir en su juego. Su rendimiento no terminaba de convencer del todo y, cuando el nivel de exigencia aumentó en el cruce contra Jiri Lehecka, terminó cediendo en un duelo que parecía tener bajo control.
Lo más frustrante para Carlos Alcaraz fue la forma en que se le escapó el partido en el tercer set. Después de encarrilar la victoria, sufrió una desconexión total que permitió a su rival encadenar cuatro juegos consecutivos y darle la vuelta al marcador. Esa falta de consistencia en los momentos clave terminó por condenarlo a una eliminación prematura, dejando en evidencia que todavía hay ajustes por hacer en su juego para consolidarse como una amenaza constante en este tipo de torneos.
Carlos Alcaraz habla de su fallo de concentración
El propio Alcaraz reconoció tras el partido que su falta de concentración en momentos clave no solo le costó la derrota ante Lehecka, sino que se está convirtiendo en un problema recurrente en su juego. Esta desconexión aparece cada vez con más frecuencia, ya sea en los tramos decisivos o en cualquier fase del partido, y le está pasando factura. En algunas ocasiones, como contra Nardi en segunda ronda, solo le obliga a alargar encuentros que tenía controlados, pero en otras, como en Doha, directamente le cuesta la victoria. Esta tendencia preocupa, ya que no solo desgasta su físico innecesariamente, sino que también pone en riesgo su capacidad para cerrar partidos con autoridad.
El principal inconveniente es que Alcaraz aún no ha encontrado una solución, ya que ni siquiera tiene claro qué le sucede. «He hablado con mi equipo, con mi entrenador, y, sinceramente, no sé qué podría haber hecho mejor. Quizás algunos saques o ciertos puntos en los que no jugué bien, pero, honestamente, no lo sé. Fue una sensación difícil», admitió, reflejando su frustración por no poder identificar la raíz del problema.
Unas semanas de desconexión para recuperarse
Alcaraz no dudó en reconocer el buen trabajo de su rival, el checo, que «nunca se rindió, ni cuando estuvo en desventaja«, pero a pesar de ello, no logra entender cómo pudo perder un partido en el que tenía una ventaja de un break, además de una bola para ponerse con dos roturas de ventaja y saque para ganar. «Todo ha sido cuestión de un punto. Eso es lo que hace que el tenis sea tan difícil: un solo punto marca la diferencia», explicó. Esta situación se está volviendo cada vez más preocupante, ya que sus grandes derrotas empiezan a seguir un patrón similar.
Ahora, Alcaraz enfrentará unas semanas de desconexión, ya que se dirigirá a Puerto Rico para jugar una exhibición antes de los grandes desafíos que le esperan en marzo. En ese mes, deberá defender muchos puntos en el Masters 1000 de Indian Wells, donde triunfó el año pasado, y en el de Miami, en el que llegó a las semifinales. Mientras tanto, continuará avanzando en la temporada, con la mirada puesta en la próxima gira de tierra batida.