Sí, leíste bien, la cáscara de plátano. Cuando vitamos una casa de un amigo o familiar y nos encontramos con esas plantas llenas de flores y hojas verdes que parecen salidas de una serie de Martha Stewart o del mismo Jardín Botánico de la ciudad, nos dan ganas de llegar a casa y convertirnos en jardineros, pues bien, si estas uno de esos días, hoy te voy a contar un tip que va a hacer que tus plantas me amen más que a ti.
Si tienes macetas en casa y sueñas con que estén verdes y felices sin gastar un dinero en fertilizantes caros, agárrate: el truco está en la cáscara de plátano. Sí, esa cosa que tiras sin mirar atrás después de comerte el plátano. ¡Resulta que es un tesoro para las plantas! Está llena de nutrientes que las hacen crecer como si estuvieran en un spa de lujo. ¿Listos para flipar con esto?
3Adiós hojas amarillas: el plátano al rescate
Si ves que tus plantas están con cara de “ayúdame” y tienen hojas amarillas o rizadas, el plátano viene al rescate como superhéroe. A veces les falta potasio o algún otro mineral y se ponen tristes, pero con esta cáscara mágica las pones a tono otra vez. No solo les das comida rica a la tierra, sino que las haces más fuertes contra cualquier bicho o enfermedad que las mire mal. Es como un escudo natural, pero sin gastar un euro.
Así que ya sabes, la próxima vez que tengas una cáscara de plátano en la mano, no la mandes al basurero sin más. ¡Dale una misión en tus macetas! Es fácil, ecológico y, oye, gratis. Prueba este truco y mira cómo tus plantas se ponen a brillar como si les hubieran dado un filtro de Instagram. ¿Te animas?