Donald Trump no ha dejado indiferente a nadie tras cumplir su amenaza de abandonar a Ucrania cuando más fuerzas, material y ayuda necesita tras tres años de invasión de Rusia. El presidente de EE UU supera los peores temores de una Europa atemorizada y sin tiempo de reacción ante el nuevo desafío de defender a Ucrania a toda costa ante los acontecimientos históricos.
¿Quién frenará a Putin en caso de invadir a otro país? ¿Qué garantías ha ofrecido Putin para no atacar en un futuro próximo al resto de Ucrania una vez se haga con el territorio ocupado ilegalmente? ¿Y si los siguientes son Serbia, la zona norte de Macedonia o un país de la UE? ¿Entraría EE UU en el conflicto armado?
LA UE DEBE MOVILIZARSE ANTE LA AMENAZA DICTATORIAL DE PUTIN
Trump trata de vender ahora que el culpable de la invasión de Rusia a Ucrania es ni más ni menos el «dictador», «cómico» y con «un bajo índice de popularidad» Volodímir Zelenski, presidente del país y ganador de los comicios democráticos de 2019. Para el magnate norteamericano, el líder de Ucrania debe convocar inmediatamente elecciones una vez Rusia y EE UU se repartan el país como si de una colonia de ultramar se tratara. «Debe moverse rápido si no quiere quedarse sin país», advierte Trump en un comunicado en la red de Elon Musk trufado de mentiras, engaños y un relato que aplaudiría Moscú con los ojos cerrados.
Trump llama dictador a Zelenski por haber concluido su mandato en mayo de 2024, pero con la ley marcial, como ocurre en todas las potencias Occidentales, no se celebran comicios.
El mensaje es histórico, pero por su inverosimilitud y extravagancia. Hasta Mike Pence, el primer exvicepresidente de Trump, le ha recordado que Ucrania no inició la guerra, sino que fue Rusia quien inició la invasión sin provocación previa, cobrándose cientos de miles de vidas. «El camino de la paz debe construirse con la verdad», recordó al líder estadounidense.
LA SOLUCIÓN DE UN EXPRIMER MINISTRO BRITÁNICO
Boris Johnson tiene claro el cambio de rumbo del mundo. «¿Cuándo dejaremos los europeos de escandalizarnos por Donald Trump y empezaremos a ayudarle a poner fin a esta guerra?», reflexiona el exprimer ministro de Reino Unido. «Por supuesto, Ucrania no inició la guerra. Se podría decir que Estados Unidos atacó a Japón en Pearl Harbor», ejemplificó. Asimismo, negó que un «país que sufre una invasión violenta no debería celebrar elecciones. No hubo elecciones generales en el Reino Unido entre 1935 y 1945».
Trump aseguró que Zelenski goza de muy baja popularidad, cuando la realidad es casi la misma que Trump, cercana al 52%. «Las declaraciones de Trump no pretenden ser históricamente exactas, sino impactar a los europeos para que actúen», afirmó.
Una de las fórmulas propuestas por Johnson para evitar que EE UU se quede 500.000 millones de dólares de Ucrania en tierras raras se centra en la entrega de los 300.000 millones de dólares de activos rusos congelados a EE UU, bloqueados en Bruselas. «Se trata de dinero que podría y debería utilizarse para pagar a Ucrania y compensar a Estados Unidos por su apoyo», afirmó el exmandatario inglés. El problema de esta solución es que EE UU acusa a Francia, Alemania y Bélgica de bloquear el proceso. «Es absurdo. Tenemos que actuar con seriedad y rapidez», emplazó.
EL PAPEL DE MELONI, CRUCIAL PARA FRENAR A TRUMP
Para otros analistas y actores internacionales, solo Giorgia Meloni, la única voz activa en el poder en Europa y más próxima a Bruselas, sería capaz de tender puentes entre Trump y Putin. La mandataria italiana tiene muy buena sintonía con el presidente estadounidense, es firme y se hace respetar. Pero el obstáculo sigue siendo la (des)Unión Europea, más cercana a la prohibición y líneas rojas en vez de tener una parte proactiva y en búsqueda constante de soluciones. De hecho, nada más conocer las declaraciones de Trump solo han incrementado las sanciones a los oligarcas rusos, como si eso sirviera de muro de contención a un país que inició la invasión hace ahora tres años.
Por el momento, el único que sonríe ampliamente es Putin, quien afirma que está encontrando «avances muy positivos» en las negociaciones bilaterales y excluyentes, mientras EE UU se ve ahora como un «traidor» para Europa, haciendo el mismo bochornoso papel que en Afganistán. El mensaje de la primera potencia de Occidente es claro: si Europa quiere una solución para Ucrania que aporte lo necesario para salvar al país de Zelenski; en caso contrario, que se aparte.
Así las cosas, hay quien propone el envío de tropas a Ucrania y enfrentarse a Putin, mientras voces moderadas consideran que Zelenski no llegaría vivo, literalmente, a unos próximos comicios, como ha ocurrido con la oposición y sus dirigentes en Rusia, donde no se celebran elecciones democráticas en los últimos 30 años, mientras en Ucrania han pasado por el Gobierno hasta seis presidentes de distinto signo político. Rusia buscaría la injerencia para colocar a un prorruso en Kiev, como hizo con Víktor Yanukóvich, el cuarto presidente desde la independencia de Ucrania.