Por qué no podemos hacernos cosquillas a nosotros mismos

-

Las cosquillas pueden llegar a ser bastante desagradables para muchos, pero ojo, hay quienes las disfrutan, pero siempre ha existido alrededor de ella un profundo misterio, sobre todo por el hecho de no poder hacértelas a ti mismo. ¿Alguna vez has intentado hacértelas cosquillas? Seguro que lo has hecho, pero no lo has conseguido. Te has preguntado alguna vez por qué no sentimos cosquillas si somos nosotros mismos los que las provocamos. ¡Es todo un misterio!

Hoy exploraremos este curioso fenómeno desde la perspectiva de la neurociencia, que tiene explicaciones sorprendentes sobre nuestra incapacidad para hacernos cosquillas a nosotros mismos.

3
¿Y si pudiéramos engañar al cerebro?

¿Y si pudiéramos engañar al cerebro?
Fuente: Freepik

Pero fíjate en este dato interesante, aunque el cerebro parece tener un control firme sobre las cosquillas, algunos estudios han intentado «engañarlo» para que sienta lo que normalmente no experimenta. En un experimento, se utilizó una máquina para generar sensaciones en la mano, con un pequeño retraso, para ver si el cerebro ya no anticipaba el movimiento.

Curiosamente, cuando el retraso era mayor, las personas reportaban sentir más cosquillas. Esto demuestra que el cerebro necesita tiempo para procesar la diferencia entre lo que esperamos y lo que realmente sentimos, y vaya descubrimiento, porque si pudiéramos aplicarlo a otras áreas de la vida, seguro nos iría mucho mejor.

A pesar de los intentos de engañar al cerebro, las investigaciones siguen sugiriendo que, incluso con ilusiones sensoriales, no podemos hacernos cosquillas a nosotros mismos de la misma manera que otras personas lo hacen. La conciencia de uno mismo y de nuestro cuerpo es tan precisa que es capaz de bloquear esta sensación tan peculiar, y menos mal que el por lo menos el cerebro está de nuestra parte,vamos.

En resumen damas y caballeros, el motivo por el cual no podemos hacernos cosquillas a nosotros mismos tiene que ver con la increíble capacidad del cerebro para predecir nuestros propios movimientos y protegernos de la confusión sensorial. Aunque es un fenómeno curioso, también nos recuerda lo compleja y sorprendente que es nuestra mente y el cuerpo humano en general, una verdadera maravilla que muchas veces no cuidamos.

Siguiente