Las legumbres son un pilar fundamental de la dieta mediterránea, y los garbanzos, en particular, ocupan un lugar especial en la cocina española. Desde el tradicional cocido madrileño hasta el hummus, este alimento es apreciado por su versatilidad, su alto valor nutricional y su asequibilidad. Sin embargo, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha lanzado una advertencia que es difícil de ignorar: si no se preparan correctamente, los garbanzos pueden ser nocivos para la salud.
La clave de esta alerta está en los antinutrientes, compuestos naturales presentes en las legumbres que, aunque no son peligrosos en sí mismos, pueden interferir en la absorción de nutrientes esenciales. La OCU recomienda seguir un sencillo paso para eliminarlos: la cocción. A continuación, te explicaremos todo lo que necesitas saber para disfrutar de los garbanzos sin correr riesgos innesesarios.
2La importancia de cocinar bien los garbanzos
La OCU es clara al respecto: los garbanzos y otras legumbres nunca deben consumirse crudos. La cocción no solo mejora su textura y sabor, sino que también reduce significativamente la presencia de antinutrientes. Durante este proceso, los garbanzos experimentan cambios químicos que neutralizan estos compuestos, haciendo que los nutrientes sean más accesibles para nuestro organismo.
Además, cocinar los garbanzos a altas temperaturas ayuda a descomponer los inhibidores de proteasas, lo que facilita la digestión y reduce las molestias gastrointestinales, como los gases, que muchas personas asocian con el consumo de legumbres.