Si algo le gusta a Donald Trump, además de los rascacielos dorados y las corbatas rojas, es jugar con los aranceles como si fueran piezas de ajedrez o como dicen algunos, como si fuera Dios. Y esta vez, le ha tocado el turno al acero y al aluminio, y España está en la línea de fuego. En el año 2024 las exportaciones de España hacia Estados Unidos sumaron la nada despreciable cifra de 854 millones de euros, con la imposición de un 25 % extra en aranceles, la venta de estos metales podría literalmente tambalearse.
Y ojo, que esto no es un farol: Trump ya hizo de las suyas en 2019 con medidas similares, y ahora vuelve a la carga con tarifas que podrían alcanzar cifras “impagables” tanto para el acero como para el aluminio. Vamos, que venderle estos metales a EE.UU. será casi misión imposible.
¿El problema? Estados Unidos es uno de los principales destinos fuera de la UE para nuestras exportaciones de acero y aluminio, y si Trump sigue apretando las tuercas, más de un empresario español va a tener que replantearse su estrategia. Por no hablar de la incertidumbre que genera en los mercados, porque ya sabemos que cuando Trump dice “voy a subir aranceles”, Wall Street se pone en modo “esperemos a ver si es verdad o solo un capricho post-Superbowl”. Mientras tanto, en España cruzamos los dedos para que estas medidas no terminen afectando más de la cuenta a una industria que, hasta ahora, ha tenido en EE.UU. un buen comprador.
El mundo está acostumbrado a lidiar con las amenazas de Trump, así que por ahora sólo podemos estar atentos a como se desarrollan los acontecimientos. Pero, ¿Por qué Europa está preocupada por el anuncio de los aranceles? Y ¿cómo nos va a tocar de cerca a nosotros, los españoles? Pues, por un lado, tenemos que saber que el comercio entre Europa y EEUU representa casi el 30% del comercio mundial, y España no es la excepción.
Un porcentaje importante de la economía española depende del comercio internacional, específicamente con Estados Unidos y este sector, aluminio y acero desencadenaría una cascada de consecuencias. Andalucía y la Comunidad Valenciana son dos de las comunidades que más van a sentir el golpe con mucha más contudencia, con exportaciones a EEUU que representan un alto porcentaje de su comercio. Andalucía, por ejemplo, lidera en exportaciones de aceite de oliva y cemento, y la Comunidad Valenciana es un gran productor de transformadores eléctricos, cuyo destino mayoritario es el gigante americano.
Pero no solo ellos se verán afectados por esta medida, que todos esperamos se quede en una simple amenaza por todo lo que representa. En Madrid, el sector aeroespacial también podría resentirse, y el País Vasco, con su producción de aceites, tendrá que hacer frente a un panorama complicado.
Ahora bien, este escenario tal y como se plantea parece bastante sombrío pero podría complicarse aún más porque todas estas medidas podrían generar un aumento de los precios en estos productos, afectando a los consumidores y, en última instancia, a las economías locales. Europa, por su parte, ya ha respondido, asegurando que tomará medidas frente a lo que considera “aranceles injustificados”. De momento sólo se espera una posible represalia, y todo apunta a que las relaciones comerciales entre la UE y EEUU se tensarán aún más en los próximos días.
Las exportaciones españolas más afectadas por los aranceles de Trump
El aceite de oliva, uno de los productos estrella de España, también podría verse afectado por los aranceles, tal y como pasó en el primer mandato de Trump, sin embargo, en esta oportunidad solo se ha mencionado el aluminio y el acero. El aceite de oliva español tras haber sufrido un golpe en 2019 con impuestos que casi lo sacan del mercado estadounidense, España logró recuperar su trono y ahora lidera las ventas en EE. UU. Sin embargo, con la vuelta de Trump, las alarmas vuelven a sonar: si impone un 25 % de arancel a todos, el consumidor pagará más, pero si castiga solo a la UE o a España, otros países como Túnez o Turquía podrían llevarse la gloria.
El sector aeronáutico, por ejemplo, es otro de los sectores importantes de la economía española que se vería afectado por el incremento de estos aranceles. Los fabricantes españoles de aviones y piezas de repuesto, un sector bastante sólido que ha venido construyendo relaciones comerciales importantes con Estados Unidos, ahora pueden verse forzados a perder cuota de mercado debido a las barreras arancelarias.
Pero esto es sólo la punta del iceberg, ya que la producción de estos sectores afecta a pequeñas y medianas empresas que no tienen recursos para soportar estas tarifas adicionales. Lo peor de todo es que estos cambios no solo afectan a la economía de las grandes ciudades, sino que también llegan a los rincones más tranquilos de nuestro país.
El impacto en las regiones españolas más vulnerables
Tal y como era de esperar, algunas regiones de España sentirán los aranceles de Trump con más fuerza que otras. El impacto a la economía española de esta medida arancelaria por parte de Estados Unidos, no se sentiría de igual manera en todas las regiones, aunque al final si termine afectando a la economía del país, lo que indudablemente nos afectaría a todos los españoles por igual.
Andalucía, por ejemplo, es una de las más afectadas debido a su fuerte dependencia de las exportaciones agrícolas, especialmente el aceite de oliva, aunque por suerte este sector todavía no se ha convertido en el blanco de los aranceles. Si los aranceles siguen siendo altos, las pequeñas empresas de la región podrían enfrentarse a una disminución considerable en sus ganancias, lo que generaría un efecto en cadena en el empleo y el bienestar económico de los agricultores en este caso.
Por otro lado, la Comunidad Valenciana y Cataluña también están en el punto de mira. Estas Comunidades Autónomas concentran un sector industrial y tecnológico potente que depende del comercio internacional, incluyendo con Estados Unidos. Las exportaciones de maquinaria y productos electrónicos son una gran fuente de ingresos para ambas regiones. Si los aranceles de extienden a estos sectores, podríamos ver una caída en las ventas, lo que afectaría a miles de trabajadores y empresas.
Respuestas del gobierno y las empresas frente a la amenaza arancelaria
Pero no todo está perdido, porque la esperanza es lo último que se pierde, el gobierno ha empezado a tomar cartas en el asunto y junto con la Unión Europea han iniciado las negociaciones con representantes de Estados Unidos para reducir y si es posible eliminar los aranceles anunciados por el presidente Trump recientemente. Además, España ha venido haciendo un ejercicio de diversificación de los mercados desde el año 2019, cuando el gobierno estadounidense habló por primera vez de incremento de aranceles, el objetivo es no depender tanto de EE. UU.
Por otro lado, las empresas españolas como ya están “familiarizadas” con la situación, también han venido adaptando y rediseñando sus estrategias comerciales para evitar pérdidas, e incluso el cierre de la producción, como reforzar el comercio online o buscar acuerdos de comercio más favorables con otros mercados no explorados hasta el momento. Incluso ahora se están buscando nuevas oportunidades comerciales con países asiáticos y latinoamericanos.
Algunas empresas del sector aeronáutico, por ejemplo, están explorando el mercado chino con la esperanza de compensar la baja en las ventas estadounidenses. Aunque el camino no será fácil, tanto el gobierno como las empresas tienen claro que la solución está en la resiliencia y la adaptabilidad.